Tras participar en 109 programas, y gracias a la palabra "ranzón", David Leo ha conseguido completar esta tarde "El Rosco" del concurso Pasapalabra con un bote de 1.866.000 euros.
David Leo García, un malagueño de 27 años, ha hecho este lunes "historia" en Telecinco, según ha informado la cadena, al resolver la prueba de "El Rosco" de Pasapalabra y ganar los 1.866.000 euros acumulados en el bote, el importe más alto entregado por un concurso en la historia de la cadena.
Y ha sido con la palabra "ranzón", tras responder a la pregunta "Rescate, dinero que se da para redimir a un cautivo", con la que ha contestado correctamente a las 25 definiciones de este concurso en el que hoy, en su primera fase, ha contado con la ayuda de la presentadora Paz Padilla y el piragüista Sete Benavides, Diploma Olímpico en Piragüismo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
En esta entrega del programa que presenta Christian Gálvez, el malagueño ha desbancado también al último récord económico de los concursos en la historia de la cadena: el bote ganado por Juan Pedro Gómez también en Pasapalabra el 13 de julio de 2013.
El joven malagueño, que actualmente reside en Barcelona con su novia, estudió Filología Hispánica y trabaja como profesor de español para extranjeros, alumnos a los que ejercita con "roscos" como el de Pasapalabra para que amplíen su vocabulario, según ha informado Telecinco.
En 2013 el concursante ganador comenzó a prepararse para concursar en Pasapalabra realizando de forma virtual multitud de roscos y apuntando palabras que clasificaba por campos semánticos y por letras. En diciembre de 2015 consideró que ya estaba preparado y decidió presentarse al casting del concurso.
Leo fue también el ganador más joven de la historia del Premio Hiperion de poesía con 17 años y es habitual su presencia en recitales. De hecho, añade la cadena en una nota, uno de sus "sueños" sería poder recitar en el Festival de Poesía de Medellín en Colombia. Además, es un apasionado del cine, el ajedrez, la cocina y los campeonatos de Trivial, que juega dos jueves al mes.
Con el dinero conseguido, el malagueño quiere viajar con su novia a Japón, montar una librería-café y una academia de "saberes inútiles" donde, según asegura, permitirá que especialistas del ámbito de las Humanidades tengan un espacio en el que "transmitir o intercambiar conocimientos".