No es nada nuevo que de vez en cuando aparezca "muerto" en Twitter algún rostro conocido. En la red social a veces ocurre que se crea un bulo -nadie sabe quien lo empieza- y de repente su nombre se convierte en trending topic con usuarios que se dividen entre la pena, el asombro, los que muestran sus condolencias y los que no terminan de creérselo.
La última víctima de esta broma de mal gusto fue Mario Vargas Llosa. Una cuenta falsa creada -y ya cerrada- con el nombre de Alfaguara (@NewsAlfaguara) informó el pasado martes que el premio Nobel había fallecido, una noticia que fue desmentida inmediatamente por la cuenta oficial de la editorial, que además pidió ayuda a la cuenta de la Policía Nacional para que este tipo de mentiras desaparezcan de la red.
De aquellas entrevistas, pasó al peligroso mundo de las redes sociales, donde empezó a suplantar la identidad de grandes escritores y políticos. Almudena Grandes, Umberto Eco y Mario Vargas Llosa, al que parece tener un especial apego, fueron otras de sus víctimas. Otra fue Gabriel García Márquez. Debenedetti anunció la muerte del escritor colombiano con una cuenta falsa que creó a nombre de Umberto Eco, dos años antes de que García Márquez falleciera.
La lista de "crímenes" tuiteros sigue. A través de una cuenta falsa del entonces primer ministro italiano Mario Monti anunció la muerte de Fidel Castro, un hombre que al que, por otro lado, han matado tantas veces en Twitter que ya son imposibles de contar. J. K. Rowling, el Papa y Pedro Almodóvar también entran en la peculiar lista. Incluso se hizo pasar por el presidente sirio Bashar al-Assar o Wendy Deng, la exmujer de Rupert Murdoch.
El objetivo del periodista italiano es muy claro, demostrar que "las redes sociales son la fuente de información más inverificable, pero los medios creen en ellos por su necesidad de velocidad". Según recoge El Programa de AR, cabe recordar que Mario Vargas Llosa anunció su amor por Isabel Preysler y el fin de su matrimonio con Patricia Llosa en una cuenta de Twitter sin verificar, una información que el The New York Times dio por válida. Incluso dice ser el autor de la famosa fotografía de Hugo Chávez intubado que El País publicó en plena portada en 2013.