Carlos Sobera regresa a los platós de televisión, esta vez en Cuatro, con un programa de citas a ciegas donde tendrá la misión de facilitar el contacto entre solteros que buscan pareja. En First Dates, el presentador hará el papel de maitre de un restaurante encargado de "acomodarlos y procurar que todo vaya bien".
"Los recibo, los siento, los acomodo y luego me preocupo; sigo su historia y, si me necesitan, voy. A veces les incentivo, les provoco, otras les freno, pero siempre procurando que reine el buen rollo, todo improvisado. Esto me encanta", confiesa el actor en una entrevista con Efe.
First Dates, que conserva el título que ha tenido el formato producido por Warner Bros. en Alemania, Holanda, Australia, Canadá y Gran Bretaña, donde ya lleva cuatro temporadas, es "un programa para valientes", aguijonea el presentador, quien precisa que "hay que tener mucho arrojo para quedar a cenar con un desconocido". "Habrá momentos de ternura, de romanticismo, graciosos e, incluso, momentos dramáticos, pero bueno -apunta-, como la vida misma".
Según Sobera, todo lo que se verá en el programa, que emitirá Cuatro a partir del próximo lunes 18 a las 21:30 horas, será "muy real, muy fresco y espontáneo" porque nadie, ni siquiera él, tiene "ningún tipo de guión y en consecuencia, ningún control sobre lo que pase", asegura.
"La gente viene a buscar el amor y nosotros somos testigos de todo lo que pase entre ellos. Y a veces acaban bien", bromea. Ha explicado que, en el programa, que sucede en un restaurante "creado para que nazca el amor entre plato y plato", los solteros se sentarán a cenar de tres en tres parejas, "pero luego se irán mezclando para buscar distintos perfiles".
"No hay continuidad, las parejas visitan sólo una vez el plató", si bien, explica Sobera, "los que fracasan pueden tener otra oportunidad; y si fracasan otra vez, les dejamos una segunda, y si también fracasan, una tercera", se ríe el presentador, que "confía" en que "ninguno llegue a la cuarta".
También se dará información a los espectadores de qué ha pasado con las parejas que hayan cuajado, pero "que nadie se espere nada raro, son parejas de todo tipo de edades y condición sexual, muy normales, lo que hay en la calle". "Es muy realista; a mi me encantan los realities donde no hay forma de controlar el contenido, que ves a la gente tal cual", se confiesa Sobera.
Con un equipo de más de cien personas y 24 cámaras robotizadas, instaladas en puntos estratégicos "para no perder detalle", los participantes serán personas totalmente desconocidas.