La alcaldesa de Madrid visitó ayer el plató del programa de María Teresa Campos, Qué Tiempo Tan Feliz, donde repasó su vida y atendió a las cuestiones de la más rabiosa actualidad. Teniendo en cuenta que el Ayuntamiento de Madrid es una fuente inagotable de polémicas desde que llegaron ella y su cohorte de podemitas, el esfuerzo se antojaba importante. Sin embargo la simpatía de María Teresa Campos, absolutamente partidaria de Carmena y no sólo por una cuestión generacional, hizo que la alcaldesa estuviera relajada y hablara con mucha naturalidad, con todo lo que eso puede llegar a dar de sí.
Carmena explicó a María Teresa que lo más bonito de ser alcaldesa de Madrid es "poder latir con tu ciudad", signifique eso lo que quiera significar. Pero además de latir con Madrid, la alcaldesa pseudopodemita (ella insiste en que no tiene nada que ver con los podemiers de Pablo Iglesias) quiere resolver los graves dramas que vive la ciudad. Solucionada la crisis humanitaria de la desnutrición infantil, que podría haber llevado a la muerte por inanición a 25.000 niños madrileños si se llega a retrasar la investidura, Carmena quiere ahora acabar con la segunda tragedia por orden de importancia que tiene sobrecogido el ánimo de los habitantes de la capital. Se trata, por supuesto, de las colillas en las calles. ¡Nada menos que 500.000 colillas tiran los madrileños a la vía pública cada día! un drama colectivo que Carmena va a solucionar con unos simpáticos ceniceros de bolsillo, cuyo funcionamiento le mostró ayer a María Teresa Campos.
Junto con el cenicero de papel hay un eslogan, que los podemitas saben muy bien del poder de convicción de una buena campaña: "Al cielo sí, al suelo no", es el leit motiv de esta macro operación de rescate ciudadano ideada por los chicos de Carmena. "Fenomenal, es fantástico el mensaje", convino María Teresa Campos tras escuchar de labios de su invitada el lema de la campaña, gracias a la cual la alcaldesa pretende "no poner muchísimas multas más".
Pero también hubo tiempo para entrar en cuestiones menores como la unidad de España, el próximo Gobierno o el juicio a Rita la Asaltaora por atacar en sostén la capilla de la Complutense. En cuanto a la primera cuestión, Manuela Carmena afirma que la unidad de España no es una línea roja, sino que se trata de un tipo de unidad muy especial dado que se puede "remodelar", algo que, además, "está pidiendo todo el mundo". En cuanto a las negociaciones para formar Gobierno que está llevado a cabo Pedro Sánchez, la alcaldesa yo-no-soy-de-Podemos afirma que la ciudadanía "destepaís" quiere que se llegue a un acuerdo de coalición en el que esté, como condición indispensable, precisamente ese partido al cual ella no pertenece ni va a pertenecer.
Sobre el juicio a Rita la Asaltaora, Carmena disculpó a su portavoz porque todos hemos sido jóvenes -ella y María Teresa también- y lejos de anunciar represalias contra su fiel escudera lanzó una advertencia: Rita Maestre va a dar todavía mucho más a la sociedad. Así que lo mejor que pueden hacer los madrileños es imitar a su arzobispo, con el que Carmena y María Teresa Campos están fascinadas por lo bien que ha actuado en este asunto, disculpando las agresiones de unos radicales izquierdistas contra su grey. "A mí me ha recordado al Papa", resumió María Teresa mientras el público iniciaba una sonora ovación. A nosotros también.