Cayetano Martínez de Irujo será el invitado de este noche al programa de Risto Mejide, Al Rincón de Pensar, entrevista en la que cuenta algunos secretos que dejarán con la boca abierta a todos, informa Vertele. A pesar de que no le gusta hablar de su vida personal, el hijo de la duquesa de Alba ha concedido una de las entrevistas más sorprendentes de vida en la que en algunos momentos no puede ni contener las lágrimas.
Piensa que "nacer en un palacio no es lujo, es una responsabilidad" y aprovecha para aclarar que muchas de las cosas que se han hablado de él en la prensa "son muy injustas". Nunca le ha gustado hablar de su vida privada y, aunque le han ofrecido autenticas fortunas por hacerlo, "siempre lo ha rechazado". Según publica el portal, el hijo de la duquesa de Alba ha llegado a poner "17 demandas" a la prensa por injurias.
Desde la muerte de su madre se ha hablado mucho sobre la relación con sus hermanos, de la herencia y de su trato con Alfonso Díez. Con tristeza recuerda cuando le dijo a su madre un día que "tras la muerte de su padre él se había sentido huérfano", una confesión que hizo mucho daño a la duquesa y por lo que "se tiró llorando toda una tarde".
Tal y como se ve en el vídeo de la cadena, en varios momentos no puede contener las lágrimas, y es que al penúltimo del clan Alba le ha costado asimilar muchas cosas, como "admitir el que te toque un pedacito pequeño de la herencia" o conseguir reconciliarse consigo mismo después de tantos años.
Algo que le dolió mucho en su día fue el enterarse del compromiso de su madre a través de los medios porque nadie se atrevió a contárselo. Y también quiso dejar claro que "le pareció mal que la Familia Real no acudiera al funeral de su madre".
La relación con las parejas de su madre
Algo que siempre ha sido tema de debate en la prensa del corazón es la relación que mantenían las parejas de Cayetana de Alba con todos sus hijos.
Esta noche en Al Rincón de Pensar el jinete desvelará uno de sus grandes secretos: "Un día antes de la muerte de mi padrastro, lo que nadie sabe es que me fui a su cama y él me pidió que le perdonase (…) Jamás le conté a mi madre que me había reconciliado con su marido en su lecho de muerte". Además añadió que "cuando murió el marido de su madre sintió alivio y tristeza".