Poco queda de la imagen de niño bueno a la que Justin Bieber tenía acostumbrado al público. El canadiense protagoniza más titulares por su mal comportamiento que por su música, algo que no le beneficia precisamente cuando está en plena promoción de su último álbum Purpose.
Su última visita a Europa no terminó bien después de abandonar un concierto en Oslo por enfadarse con sus fans adolescentes y protagonizar una bochornosa visita a nuestro país con plantón en la radio incluido.
Las redes sociales se vuelven aliadas principales para hacerse notar y cosechar éxitos, pero con tantos ojos mirándole se le pueden volver en contra. De vuelta a Europa, el cantante volvió a protagonizar una desagradable escena en un restaurante de Cannes. Un comensal captó el momento en que el cantante de "What do you mean?" se levantaba visiblemente enfadado y tiraba una silla al suelo de forma brusca.
El por qué de su enfado no ha trascendido y Bieber parece no haberle dado importancia, sino todo lo contrario. Él mismo se reía de la situación en su cuenta de Twitter y miles de sus seguidoras le siguieron la gracia, a pesar de que horas antes el vídeo se hizo viral con el hashtag #JustinHatesHisFansParty, en el que le llovieron las críticas.