El reciente informe de la OMS que incluye las carnes rojas y procesadas dentro del grupo de sustancias cancerígenas (al mismo nivel que el tabaco, el alcohol, el arsénico y el amianto) es hoy objeto de análisis y controversia por parte de nuestros dos poetas.
CARNE SOY
por Monsieur de Sans-Foy
¡Carnívoros del mundo! ¡Defendeos!
Luchemos con los dientes y las muelas
con estos insolentes fariseos
que dejan sin chorizo las cazuelas.
Malditos chupatintas filisteos,
devotos de las coles de Bruselas...
¡Meteos la verdura y los fideos
por donde el Anticristo sopla velas!
Azotes merecéis en el trasero,
ignaros, por haber tomado a broma
que el mundo se resume en un axioma:
Desde el Cromañón primero
a Manuel Fraga Iribarne,
si eres hombre, comes carne.
REPROBACIÓN DE LA CARNE
por Fray Josepho
Sabet, omnes e fembras: la carne lleva al viçio.
La fizo Satanás pora nueso perjuiçio.
Egual en tocamientos que en tema alimentiçio:
¡non es benefiçiosa ni en plato ni en forniçio!
El mundo y el demonio quebrantan la virtud,
et otrosí la carne, con grande magnitud.
E la Organizaçión Mundial de la Salud
lo diçe: que la carne nos lleva al ataúd.
Guardatvos de festines, fartazgos e banquetes.
Guardatvos de chorizos, morçiellas e filetes.
Guardatvos de los lomos, chuletas e jarretes.
¡Comet de proteína tan solo cacahuetes!
Que non usedes carne. Meted en vuesas ollas,
si sodes ugetistas, çigalas e çentollas,
si non, meted garbanzos, repollos e cebollas
(con las que a los varones les creçen bien las mollas).
Gastad solo produtos de orixen vexetal,
que façen benefiçios al tracto intestinal.
Los nabos e pepinos non tienen parigual…
¡pero eso sí, tomadlos solo por vía oral!