Este jueves fue la tercera gala de Gran Hermano 16 y la primera noche de expulsiones. Maite, Raquel y Sofía eran las tres nominadas pero fue Maite, la mala del reality, la que abandonó la casa por decisión del público. Raquel volvió chillando de felicidad al salón y Sofía, su verdadera hija, se puso triste al darse cuenta de que se quedaba sin su mayor apoyo dentro de la casa. Durante la entrevista en el plató de Telecinco la de Pamplona soltó perlas como que "no le destruye ni el tren de Alta Velocidad" y que "era única, la mejor". Empezó asegurando que estaba muy orgullosa de su paso por el concurso pero, después de las imágenes, se sintió arrepentida por su actitud dentro de la casa.
Maite ha sido la concursante más polémica y la protagonista de numerosas discusiones por lo que su convivencia era muy complicada. Por todo lo que ha hecho Mercedes Milá quiso dejarle claro que estaba decepcionada con ella. "Me han hecho la vida imposible estos veinteañeros", se excusaba Maite, a lo que Milá de contestó: "Eso no es verdad. Como compañera eres un cero a la izquierda". Antes de la entrevista la presentadora ya había avisado de que el programa había censurado muchas imágenes por principios y que si hubiera continuado en el concurso seguramente habrían tomado medidas disciplinarias.
La pamplonesa no aceptaba todo lo que le decía Mercedes así que prefirió no parar de hablar para no escucharla y Milá, desesperada, le exigió que se callara. "Ya conozco a las elegidas de Dios y no me gustan -refiriéndose a Aída Nízar- Sois tontas, eras una concursante brillante y no te has sabido controlar". Otro de los temas tensos de la noche fue la relación que mantiene con su hija. "Nadie entiende la relación que tienen con tu hija. No se trata de ser liberal, decías unas cosas desagradable, no entiendo los consejos que le dabas a tu supuesto hijo con tu hija verdadera", opinaba la presentadora. Maite solo comentó que su hija y ella son "mega amigas".
Mantuvieron una conversación tensa desde el principio hasta que acabó. La expulsada de la noche no dejaba hablar y se sentía atacada y Mercedes opinaba sinceramente sobre sus malas actitudes. "Me da rabia que esta entrevista sea tan horribilis porque estoy segura de que si pudiera nos reiríamos mucho pero eso no es lo que nos has dado en la casa", confesó la presentadora. Por su parte, la exconcursante decía que había sido una experiencia única pero que no volvería a repetir.
