Pocas cosas hay más grotescas en política que unas elecciones regionales convertidas en un plebiscito sobre la independencia. Si, además, el proyecto separatista se fundamenta en un amplio catálogo de fantasías, medias verdades y completas mentiras, es imposible que nadie con un mínimo sentido común pueda tomarse en serio un coloquio de estas características. Pero como el complejo mesetario impide descojonarse con los disparates de los nacionalismos y los nacionalistas, aquí andamos, tomándonos en serio las charlotadas de unos personajes que, en lugar de debatir sobre política con Ana Pastor, deberán estar compartiendo escenario con Cañita Brava y Carmen de Mairena.
Inés Arrimadas y García Albiol comparecieron en este debate organizado por La Sexta para tratar de poner alguna sensatez en el disparate que son estas elecciones catalanas. Freddy Iceta colaboró también un poco y esta vez no le salió la vena nacionalista de la que hace gala cuando anda por su tierra. Los demás estuvieron a lo suyo, negando la realidad, acusando al mundo de conspirar contra el pueblo de Catalunya y despreciando a Obama y Merkel como dos mindundis que no tienen nada que decir sobre el proyecto "ilusionante" en el que han embarcado a media sociedad catalana.
Romeva, el líder nominal de Juntos por el 5%, sigue enfadado desde que en la BBC le metieron una somanta de guantazos como pocas veces se ha visto en una pantalla de televisión. Está cabreado, levanta la voz, gesticula cuando le hablan y anda tan metido en su papel que hasta negó a García Albiol que una candidata de su lista dijera lo que sin duda había dicho en torno a la oleada migratoria de andaluces, extremeños y murcianos orquestada por Franco para diluir el hecho diferencial catalán. Pastor, siempre tan apegada a "los datos", castigó esta vez al candidato popular, en lugar de pedir al realizador que pusiera las imágenes de Monserrat Carulla, de la lista de Juntos por el 5%, explicando la ofensiva ferroviaria franquista para llenar Cataluña de gente de mal vivir.
Pero nos quedamos con el candidato de la CUP. Estos nunca defraudan. Su cabeza de lista abandonó anoche la camiseta y las chanclas y compareció con chaleco, camisa y corbata, como el pariente de pueblo que se pone elegante para ir a la boda de la prima Chari. "Pues nada, que queremos fundar una República", comenzó el candidato su alegato final, lo que pone de manifiesto de forma incontestable el nivel exacto de la campaña electoral por la secesión.
Ah, también estaba un tal Espadaler. De la U de cuando CiU. Parece ser que habló y todo.