Artur Mas, a Ana Pastor: los líderes de la UE me apoyan en privado

Estupefacta. Así se quedó la presentadora de La Sexta con esta revelación del presidente en funciones del Gobierno regional de Cataluña, según la cual los líderes mundiales están a favor de su proyecto independentista, solo que no lo manifiestan en público para no contrariar a Mariano Rajoy.

Artur Mas tiró de imaginación para salir del aprieto en el que Pastor lo había metido a cuenta de sus declaraciones en un diario italiano en las que reconocía lo que todo el mundo sabe, que una Cataluña independiente estaría automáticamente fuera de la Unión Europea. Visiblemente molesto por la insistencia de la periodista, Artur Mas decidió que había llegado el momento de revelar al mundo que su proyecto separatista cuenta con el apoyo de la mayoría de líderes europeos, además del ya conocido de Karmele Marchante.

No consta en las hemerotecas ninguna reunión de Artur Mas con Angela Merkel, ni de Quico Homs con David Cameron para tratar específicamente el problema de la secesión de Cataluña. Tampoco hay evidencias de que la operación separatista haya ocupado un mínimo espacio en la agenda política de los dirigentes de la UE o de los gobiernos de sus estados miembros. En realidad, cuando se les ha planteado la cuestión, los líderes europeos han despachado el asunto rechazando que una Cataluña independiente pueda seguir formando parte de la Unión.

Pero esa es solo una fachada para guardar las apariencias pues, como Artur Mas explicó anoche ante las cámaras de La Sexta, cuando se reúne con ellos en privado (¡!), los gobernantes de otros países le manifiestan su comprensión, afecto y apoyo. Si por ellos fuera Cataluña quedaría integrada automáticamente en la UE con todos los honores, pero los jefes de Estado y de Gobierno europeos no quieren tener problemas con España, que ya no es solo el ogro de los separatistas ibéricos, sino de todo el continente.

Ahora bien, a pesar de que Europa está con Artur Mas de manera aplastante, el dirigente nacionalista manifestó su disposición a "dialogar con España" para encontrar una solución "al problema" después del 27-S.