Este martes por la noche tuvo lugar la esperada final de la tercera edición de MasterChef. De los 15 aspirantes del talent show quedaron cuatro para disputar la final: Sally, Carlos, Antonio y Andrea. Un año más, Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez tuvieron que juzgar las dotes para la cocina de todos los concursantes para escoger al mejor cocinero de España.
Antonio quedaba en el cuarto puesto del concurso por haber sido "un claro ejemplo de evolución". Andrea lograba la medalla de bronce y un curso de cocina en la Basque Culinary Center por su valentía y por "atreverse con todo". Sin duda, el mejor momento vino cuando apareció el exconcursante Alberto y su león come gamba. El protagonista del plato más comentado de este 2015, dio plantón en la repesca del programa, pero no quiso perderse la final.
El duelo por la victoria fue entre Carlos y Sally, un duelo lleno de tensión porque ambos han sido los dos archienemigos de toda la tercera edición. Durante la prueba, la argentina no dudó en lanzar alguna que otra pulla a su compañero. Sin embargo, la innovación y el ingenio de Carlos le han dado la victoria, elaborando un sorprendente bocadillo de calamares y una merluza que estaba exquisita.
Sally se decantó en la prueba final por un rabo de toro y un atún y, aunque estaban muy ricos, no fueron suficiente. Eso sí, su postre, una reinterpretación de Mon Chéri, recibió muchos halagos.