(El primer romance de la entonces candidata y hoy alcaldesa lo pueden ver aquí).
Doña Manuela Carmena
por fin de alcaldesa está.
Ya manda en la Villa y Corte,
o sea, en la capital.
Doña Manuela Carmena,
que va de abuelita Paz,
que sonríe a los plumillas
con semblante de bondad,
que sabe hacer magdalenas
y que en bicicleta va
de su pisazo al trabajo,
y del trabajo a su hogar.
Doña Manuela Carmena,
septuagenaria cordial,
comunista cuando joven.
Después, de madura, más.
Y de anciana, comunista,
pues ya no lo va a dejar,
así que, seguramente,
comunista morirá.
Doña Manuela Carmena,
que, aunque está un poco gagá
y no se entera de nada
(o no se quiere enterar),
no va a dejar la alcaldía,
pues ha llegado a mandar,
y a prepararle el camino
al supremo marajá,
al líder de la koleta,
que está emboscado detrás.
A la abuelita Carmena,
tierna como el mazapán,
le metieron en las listas
a un curioso personal.
Por ejemplo, un tal Zapata,
que es un fiera, que es un crack,
que se mofa de las víctimas
judías de la Shoah.
Que con las niñas de Alcácer
le complace bromear.
Que también de Irene Villa
le da gran hilaridad.
Y de Marta del Castillo
se ríe hasta reventar.
Una joya de persona,
un cielo de concejal,
que va a cobrar su sueldete
como todos los demás.
También iba en esas listas
de nuestra abuelita Paz,
uno que se llama Soto,
que es también otro que tal:
que a Alberto Ruiz-Gallardón
deseaba torturar.
Que quería incendiar bancos,
a Rajoy guillotinar,
y otras cositas simpáticas
y de mucho jajajá.
También está un tal Castaño,
un estupendo chaval,
que a Toni Cantó decía
que lo había que empalar.
Y de primera suplente,
por si falla un titular,
viene otra chica estupenda
de un perfil fenomenal,
que es feminazi, bollera
y no sé qué cosas más.
En fin, como dicen ellos,
son una gente normal
que va a darnos grandes días
de gloria y notoriedad.
Doña Manuela Carmena
en Madrid gobierna ya,
porque pactó con Carmona,
que será su chambelán.
(Carmona es ese al que el Tuerkas
le llamaba subnormal,
que, tras decir que con ellos
no pactaría jamás,
se ha tragado sus palabras,
y más que se va a tragar).
Y encima, doña Manuela,
que es buena hasta reventar,
va a terminar con la hambruna
que asuela a la capital.
Va a dar de comer al pueblo
dos platos, con postre y pan.
Y a los niños… ella misma
los quisiera amamantar,
pero entenderán ustedes
que ya para eso no está.
Doña Manuela Carmena
va a traer la dignidad,
va a traer la democracia,
va a darnos prosperidad,
a todos los desahuciados
va a agenciarles un hogar,
va a terminar con el paro,
va a conseguir la igualdad,
va a atender a los de abajo,
va a poner gratis el gas,
va a subvencionar okupas,
va a ser pródiga y feraz,
va a dar de todo a la gente…
porque rebosa bondad.
Y los currantes aquellos
de su empresa familiar
a los que no les pagaban
(y que siguen sin cobrar)
¡que se pongan a la cola,
que algo también les caerá!