La primer entrega de "El precio de los alimentos", el nuevo formato televisivo del popular cocinero Alberto Chicote, ha provocado una fuerte polémica por la manera en que ha presentado la producción del tomate en El Ejido, la localidad almeriense conocida por ser una de las principales cunas de este cultivo en nuestro país. La principal organización de agricultores y ganaderos (COAG) ha criticado con dureza el tratamiento informativo de este programa de La Sexta por considerarlo falto de rigor, y hasta el propio alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, se ha visto obligado a terciar en la polémica asegurando que enviará dos cajas de tomates al popular cocinero y lo invitará "a ver la realidad almeriense".
En este reportaje, con el que se pretendía desvelar por qué está bajando el precio del tomate, Alberto Chicote aparece en un vertedero agrícola de las afueras de El Ejido rodeado de toneladas de tomates desechados por exceso de producción, y se escandaliza por este desperdicio "mientras en este país hay gente que pasa hambre". Como se han encargado de señalar las organizaciones agrarias, las ONG dedicadas al reparto de alimentos no cuentan con infraestructura suficiente para distribuir en toda España el tomate que los productores desechan no por capricho, ni para ofender a los que lo pasan mal, sino porque la caída de los precios hace inviable su comercialización.
Tras esta primera parte del reportaje, en el que Chicote ofrece con un fondo musical de tonos lúgubres su muy particular visión de la agricultura intensiva almeriense, el chef-reportero se marcha a Holanda, donde queda fascinado nada más llegar por la diferencia del paisaje en los accesos a los centros de producción de hortalizas de allí respecto a los de Almería. "Igual que allí", dice Chicote con sorna, aparentemente sorprendido porque en Holanda, uno de los países más húmedos del continente europeo, la tierra esté más verde que en el campo del sureste español, donde los agricultores se ven obligados a ganarse la vida en un clima desértico.
Alberto Chicote elogió la productividad de los invernaderos holandeses y la variedad de tomates que producen, capaces de aguantar varias semanas a la venta, unas alabanzas que contrastan con el desdén empleado en presentar la producción de tomate en el sur de nuestro país.
Los productores almerienses reprochan al popular chef que haya recurrido a los tópicos y no se haya hecho eco de los avances en los sistemas de cultivo puestos en marcha en una tierra que carece prácticamente de agua. También le afean que no destacara suficientemente la diferencia de sabor del tomate español respecto al del norte de Europa, como saben bien los profesionales de la hostelería. "Si fuera cocinero" –le espetan desde COAG- conocería las variedades de tomates de Almería, que aportan más sabor que un tomate holandés cultivado con luz artificial".
Chicote ha recurrido a las redes sociales para defender la integridad de su trabajo, afirmando que "los datos son los que son" y que él simplemente los ofrece, "gusten o no".