La noticia ha caído como una bomba. Tania Sánchez y Pablo Iglesias han anunciado que se les acabó el amor: "Nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos; simplemente, ya no somos pareja". No se había producido una conmoción semejante desde que Epi y Blas firmaron la separación de bienes.
Mientras el New York Times y el Washington Post se pelean por una entrevista, nuestros poetas, maestros de la exclusiva, dan voz a Pablo y a Tania. En caliente, sin tapujos ni medias tintas:
¡AY, MÍSERO DE MÍ!
por Monsieur de Sans-Foy
Te vas, Tania, de mi vera,
te vas, Tania, de mi vida...
y, además, de Izquierda Unida;
porque plantas a cualquiera,
si te da la ventolera.
De verdad que no te entiendo,
y apurar, Cielos, pretendo,
qué delito he cometido...
siendo un chico tan lucido
y un político estupendo.
Ser la novia del Coletas
te llenaba de alegría...
y anteayer, al mediodía,
me sacaste las maletas,
porque estás "hasta las tetas".
No hay querella más dañina
que una progre femenina
que te gruña y que te ladre.
Vuelvo a casa, con mi madre,
que ella, al menos, me cocina.
OLVÍDAME
por Fray Josepho
Te vas con esos frikis medio lelos
que llamas compañeros en la lucha...
y Tania, que te borde los pañuelos,
y Tania, que te planche... Pues escucha:
No han sido los enfados ni los celos.
No ha sido tu soberbia, siendo mucha.
Ha sido, sobre todo, por los pelos
que dejas, cuando sales de la ducha.
Sentarte, cuando meas, en la taza,
no es propio de sarasa y de nenaza:
son hábitos higiénicos y sanos.
No quiero más gandules en mi vida.
Por eso me largué de Izquierda Unida:
por zafios, por machistas y marranos.