Un equipo de investigadores está afanosamente tratando de identificar los huesos de Cervantes en el convento de las Trinitarias de Madrid. Y la gente se pregunta: si definitivamente se identifican, ¿qué se va a hacer con ellos? ¿Se usarán como atracción turística? ¿Se integrarán en un parque temático? ¿Se emplearán para hacer vudú o espiritismo?
¿O tal vez se los dejarán a nuestros poetas para que se los arrojen a la cabeza?
Lean, lean:
HUESOS DE CERVANTES PARA MONSIEUR DE SANS-FOY
por Fray Josepho
Los venerables huesos de Miguel de Cervantes.
El fémur, los omóplatos, la tibia, el peroné…
Un hallazgo arqueológico de los más importantes
que se han hecho en España, mi querido Mesié.
Espero que esos restos no vayan a un museo.
Que no nos los coloquen detrás de algún cristal.
Y que tampoco erijan un rico mausoleo,
que atraiga al truculento turismo funeral.
Cervantes está muerto y usted, Mesié, está vivo.
¡Su genio indiscutible tal vez le sirva hoy!
¡Hagamos de sus restos un uso productivo!
Acepte esta magnífica propuesta que le doy.
Escuche, que es muy fácil (y espero su respaldo):
los huesos de Cervantes, con algo de jamón,
con apio y unos puerros, harán un rico caldo…
¡Tal vez, con él, le venga (por fin) la inspiración!
EL FRAILE TIENE ALGO DE CERVANTES
por Monsieur de Sans-Foy
Su sórdida e inmunda irreverencia,
desvergonzado fraile, me resbala.
Su ofensa, de mal gusto, mocha y rala,
me causa una profunda indiferencia.
Carece usted de ingenio y de decencia.
¡No tiene ya ni humor cuando apuñala!
Su sátira (compréndalo) es tan mala,
tan mala, que parece hecha a conciencia.
Sus chistes cada vez son más ramplones,
y son sus versos rústicos renglones,
toscos para la burla o el requiebro.
Cervantes quedó manco de un balazo,
y usted también lo está, mas no del brazo,
sino del arte, el alma y el cerebro.