La final del que, sin duda, es el mejor concurso culinario del momento, confirmó anoche al cocinero catalán David García como el nuevo Top Chef España. David tuvo que vencer al otro finalista, Marc Joli, en una prueba que consistió en un menú de dos platos y un postre, para lo cual ambos contaron con la ayuda de dos de los concursantes de este año. Todos esperábamos que Carlos, el descubrimiento mediático de esta temporada, fuera uno de ellos, pero su cocina es tan característica que los dos finalistas identificaron en una cata a ciegas cuál era su plato, por supuesto para no elegirlo por nada del mundo. Una pena, porque Carlos cocinando en una final hubiera sido un extraordinario espectáculo; no apto para menores si, además, le hubiera tocado trabajar a las órdenes de su archienemigo, Marc.
La victoria de David confirma la filtración que se produjo hace unas semanas, cuando una clienta de su restaurante lo felicitó en una web vinculada a la hostelería. La usuaria de la página le daba la enhorabuena por su triunfo en Top Chef sin percatarse de que lo estaba haciendo de manera pública y, aunque los administradores del foro en cuestión eliminaron el mensaje, el dato ya había salido a la luz desatando la expectación consiguiente. Tratándose de cualquier otro concurso el daño habría sido importante, pero Top Chef es un programa tan espléndido y su audiencia está tan fidelizada que, aunque la productora hubiera confirmado en aquel momento el nombre del ganador, con seguridad hubiera seguido siendo uno de los espacios más vistos de la noche de los miércoles.
A pesar de todo, hay que reconocer que esta segunda temporada no ha sido tan buena como la primera, principalmente por el nivel de algunos concursantes. Sin embargo, Top Chef sigue siendo un gran producto televisivo al que le queda un largo recorrido, salvo que los responsables se vuelvan locos y pretendan convertir la cocina del programa en un Gran Hermano, craso error que han pagado con creces otros concursos culinarios, dicho sea sin ánimo de señalar al Masterchef de TVE.
David García se llevó anoche el trofeo de Top Chef, una cocina de lujo, productos gratis durante un año, la publicación de un libro de cocina que, con seguridad, va a ser uno de los regalos estrella de estas navidades, y treinta mil eurazos en metálico, algo que tampoco viene demasiado mal en los tiempos que corren. Por si eso fuera poco, su restaurante, según confirmó en El Hormiguero minutos antes de la final, tiene una lista de espera de dos meses. No está mal para un joven que de niño sufrió a diario el cruel acoso de sus compañeros en la escuela, algunos de los cuales estarán probablemente en esa lista, esperando a tener el privilegio de que aquel gordito al que abofeteaban en el patio se digne a darles de comer.