La última gala de Gran Hermano 15 dio a su público todo lo que necesitaba y más. Una vez agotado el triángulo amoroso entre Paula, Lucía y Omar, y de las broncas y acercamientos entre los dos que han quedado en la casa, todavía queda Mercedes Milá y los acontecimientos en plató para recuperar audiencia.
Esta vez, y a raíz de uno de los insultos que se dedicaron Paula y Omar, con el participante llamando "puta" a su compañera de concurso, la presentadora quiso solidarizarse con las prostitutas y dar por zanjado el tema, al tiempo que le daba un último giro.
Mercedes mostró su cariño afirmando: "Yo también soy puta". Estoy harta". Milá consideró que serlo tampoco "es tan grave, bastante tienen ellas de tener que vivir como viven para que encima nosotros las consideremos un insulto".
Y para demostrarlo, todavía quedaba la aportación del 'supermaligno', papel desempeñado por Florentino Fernández, que no dudó en besar apasionadamente a Milá, mostrando el "choque de lenguas" ante las cámaras. Un momento de lo más sorprendente que acaparó miles de comentarios en las redes sociales.