Después de que esta semana hayan sido noticia las declaraciones del padre de Juan Carlos Monedero, en Libertad Digital estamos en condiciones de ofrecer a nuestros lectores una primicia de alcance. Se trata de la conversación, captada con micrófono oculto, entre don Salvador Monedero y su hijo Juan Carlos, que tuvo lugar precisamente en el bar que regenta el primero.
Disculparán ustedes que nuestros poetas dejen hoy de lado cualquier propósito literario y se limiten a transcribir, con absoluta fidelidad, las palabras textuales de los Monedero.
MONEDERO, PADRE
por Monsieur de Sans-Foy
Ya sé que la política es compleja.
Lo sé y estoy curándome de espantos,
pero es que, disparates... ¡dices tantos,
que, a veces... te daría una colleja!
¿Me quieres ver reír de oreja a oreja?
¡Olvídate del Pablo Nosecuantos!
¡Le dices al guindilla de Losantos
que vas de tertuliano, si te deja!
¿No ves que Monedero, mi apellido,
por culpa de esa mierda de partido,
resuena a perdición y golfería?
Lo guapo que estarías con corbata...
¡Y quítate esas gafas de beata,
que aquí va a haber collejas, todavía!
MONEDERO, HIJO
por Fray Josepho
Tú, que tienes un bar, con tu clientela,
no puedes entender que yo milito
en pleno porvenir, papá, ¡papito!
(que así suelen decir en Venezuela).
No puedes entender que me la pela
que vivas de servir el cafelito.
No puedes entenderme, pues yo agito
la masa que se indigna y se rebela.
Papito, deja ya la oligarquía.
Deploro tu pequeña burguesía,
con todos tus prejuicios, tan cazurros.
Deploro tu opinión y tus lealtades.
En fin, papito mío, no te enfades,
y sírveme un café con unos churros.