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Fray Josepho y Monsieur de Sans-Foy

Toledo vs. Iglesias

Nuestros poetas toman la propia voz de ambos líderes revolucionarios: Monsieur de Sans-Foy se transmuta en Toledo y Fray Josepho en Iglesias.

Esta semana hemos asistido al desencuentro entre las dos máximas personalidades de la izquierda española. Estamos desolados. Resulta que Willy Toledo ha roto con Pablo Iglesias, al que ha reprochado, entre otras cosas, ¡anticomunismo!

En fin, que nuestros poetas hoy no solo toman partido, sino que toman la propia voz de ambos líderes revolucionarios. Monsieur de Sans-Foy se transmuta en Toledo y Fray Josepho en Iglesias.

¡Atención!

TOLEDO NO PUEDE
por Monsieur de Sans-Foy

¡Que no!
¡Que no puedo verlos!

No paséis por mis narices
la coleta de Pablemos.
No ofendáis mi inteligencia
ni digáis que tengo celos,
porque yo SÍ soy de izquierdas,
de los pieses hasta el pelo.

¡Que no!
¡Que no puedo verlos!

¡Ay, Federico García,
muerto sin sepulturero!
Tú, que ves la apostasía
de esta pléyade de necios
con horchata por las venas
y gomina por el pelo...
di si no es lo razonable
acordarme de sus muertos.

¡Que no!
¡Que no puedo verlos!

Tanto Lenin como Stalin
me criaron a sus pechos.
He mamado de Fidel,
que es el Robin Hood moderno,
y respeto la ortodoxia
y al sufrido pueblo obrero,
que alimenta a mil mamones
como yo, con tanto celo.

¡Que no!
¡Que no puedo verlos!

Revoltosos de la Izquierda...
¡Nuestros próceres eternos,
con bigote y pistolera,
son los líderes del pueblo!
¿No hay problemas suficientes?
¿No resulta asaz molesto
reponerle los pañales
a Fidel, que está muy viejo?
¿A qué vienen estos lilas
a jodernos el invento?

¡Que no!
¡Que no puedo verlos!

Déjense de moderneces.
Ser de izquierdas es muy serio,
y es notorio y evidente
que se vive bien del cuento.

Solamente hay una cosa,
del asunto de Podemos,
que me sirve de esperanza,
que me sirve de consuelo:
que estos piojos encumbrados
y ese zángano dialéctico
pillen cacho, como Castro
y los comunistas viejos...
porque, entonces, es posible
que, en lugar de ser tan memos,
conozcamos, por sus obras,
de la pasta que están hechos.

Hasta entonces, a lo mío:
comunismo caribeño,
con habanos y mulatas...
A estos pájaros, ¡ni verlos!

Desde el centro de La Habana,
"la Bodeguita del Medio",
de camino al Tropicana,
les habló Willy Toledo.

HAZME CASO, WILLY
Por Fray Josepho

Querido Willy. Dos puntos.
He leído tu correo.
Sé que estás muy disgustado,
y aunque te extrañe, lo entiendo.
Tu ardor revolucionario,
bravo, impaciente y sincero,
te impulsa a querer entrar,
con el ímpetu del pueblo,
si pudiera ser hoy mismo,
en el Palacio de Invierno.

Pero escucha, camarada;
presta atención un momento.
El enemigo es muy fuerte.
El capital financiero,
los bancos, la oligarquía,
la policía, el ejército,
el neoliberalismo,
explotador y usurero,
la Iglesia, la burguesía
y el fascismo… no están muertos.
No pueden ser derrotados
en un pispás, compañero.
Necesitamos más fuerza
para poder someterlos.

Y además, querido Willy,
vivimos en otros tiempos.
Es el siglo XXI.
Hay internet, está el Facebook,
el Twitter, la TDT,
el móvil y otros inventos.
No podemos trabajar
con octavillas, folletos,
pancartas, cartelería,
megáfonos y letreros.
Es preciso remozarnos,
ser fashion, cool y modernos.
Las hoces y los martillos
es menester esconderlos.
Y aquellas banderas rojas
(como la sangre del pueblo),
guardarlas en el baúl
de los mejores recuerdos.
Hay que ocultar esos símbolos,
no porque estén obsoletos,
sino porque no nos sirven
por ahora. De momento.
Troquemos esos emblemas
por círculos de diseño
con el color moradito,
que es más amable y risueño.
Y en vez del rostro de Marx,
exhibamos mi careto
(que es joven, fino y simpático,
como el de un querube tierno),
con esta linda coleta,
que da muy bien en los medios.

Yo mismo lo dije claro
como el líquido elemento:
para follar (con perdón)
hay que quitarse el atuendo;
pero si quieres ligar,
camarada, hay que ponérselo.
Y en esas estamos, Willy.
Este es el rollo, Toledo.
No me seas tontorrón,
intransigente ni estrecho.
Yo busco lo que tu buscas;
tú quieres lo que yo quiero.
Y si haces lo que te digo,
veras cómo sí Podemos.

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