Zapatero hizo la Ley de Dependencia y después arruinó España y cualquier posibilidad de financiar adecuadamente ese vasto programa público, en consecuencia la culpa de los problemas de las personas con discapacidad es del Partido Popular. Con este esquema básico, Jordi Évole planteó ayer un programa reivindicativo denunciando a la derecha política, como siempre, pero con grandes dosis de emotividad por las tragedias cotidianas que personas con graves problemas de salud tienen que afrontar en esta época de fuerte crisis económica.
Lo mejor del programa, como suele ocurrir en Salvados, llegó al final, cuando en mitad del testimonio desgarrador de Jaume, un joven alicantino con una enfermedad degenerativa muscular que le obliga a estar atado a una silla de ruedas y un respirador artificial, Jordi Évole decidió llamar a Jorge Moragas para ponerle al tanto de este problema y exigirle soluciones inmediatas.
La llamada al director del gabinete de la presidencia del Gobierno se produce porque fue esa oficina la que respondió oficialmente a un escrito del joven alicantino en el que relataba las penurias que estaba atravesando por el recorte en los fondos para la dependencia, carta que remató con un simpático "sois todos unos miserables" para que no quedaran dudas sobre su opinión. Con tal motivo Évole tiró de iphone mientras las cámaras grababan el sonido de la llamada, algo poco presentable en términos deontológicos como el propio Moragas sugirió al poco de iniciar la conversación. Aturullado por esta intervención improvisada y sin tener ni pajolera idea de lo que el Follonero le estaba preguntando, Jorge Moragas se zafó del embrollo de la peor manera posible: echando balones fuera y remitiéndole a sus subordinados para concertar una entrevista. Mientras el jefe de gabinete de Rajoy cortaba la llamada, las cámaras de La Sexta enfocaban al joven alicantino y a su padre, que no daban crédito a tanta insensibilidad.
La Sexta convirtió ayer a Jorge Moragas en la imagen de la insensibilidad de un Gobierno de derechas que no atiende a los más necesitados, y eso que Moragas es un gran amigo de las cadenas progresistas. En el programa del Wyoming ha aparecido más de una vez con ese tono desenfadado y cercano que los altos cargos del PP reservan a los medios y periodistas que más insultan a sus votantes. En pago a tanta gentileza, el Follonero lo dejó ayer in puribus en su función dominical. Probablemente ya hayan quedado amistosamente para realizar una entrevista exclusiva en La Moncloa a la mayor brevedad.