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La amenaza de Corinna que aún pende sobre Juan Carlos: un libro y un documental con más intimidades

Corinna prepara libro y documental mientras Juan Carlos sopesa el final de su exilio en Emiratos Árabes.

Corinna prepara libro y documental mientras Juan Carlos sopesa el final de su exilio en Emiratos Árabes.
Corinna y Juan Carlos en 2013 | Gtres

Corinna Larsen prepara un libro y un documental acerca de sus relaciones íntimas con don Juan Carlos. Todo ello sin contar con su demanda ante la Corte británica contra quien fuera su amante, al que acusa de acoso, coacciones y difamación. Es una clara venganza de la alemana, no contenta por lo visto con los muchos millones que se embolsó gracias precisamente a esa relación. En el fondo puede que actúe así, entre otras razones, por no haberse convertido en esposa de quien fuera Rey de España, tal y como ella asegura habérselo propuesto él.

Cuesta creer que podamos conocer más detalles sobre lo que les unió a esta pareja, que no sepamos ya por las propias declaraciones de la despechada Corinna. Claro está que en ese posible libro que quiere publicar y el documental en el que ya está involucrada quizás relate intimidades que se desconocen. No sólo de contenido sexual: también de confidencias de tipo político, algún secreto de Estado, datos sobre el patrimonio de don Juan Carlos y sus quizás desconocidos ingresos. Todo, en general, nos huele ya a podrido. Pero así se comporta esta dama ansiosa de dinero e influencias. Vive desde hace tiempo en Londres, donde ocupa un lujoso apartamento en el exclusivo barrio de Belgravia, donde recientemente se la ha visto posar para unas cámaras, equipo de filmación y sonido contratado al parecer por ella, para la realización de ese documental que citábamos. A su vez se cuenta que unos de sus empleados cargaron en una furgoneta paquetes previsiblemente llenos de documentos, álbumes de fotos, con destino desconocido. Sospechando que pudieran ser objeto de desaparición y robo, para esconderlos en algún lugar seguro. Lo demuestra la vista judicial que Corinna pretendía, con la creemos improbable presencia incluso de don Juan Carlos ante la justicia británica, o bien por videoconferencia desde Dubai.

Aunque la historia entre Corinna y don Juan Carlos es de dominio público, les contamos datos del pasado y algunos menos conocidos. Corinna Larsen acaba de cumplir cincuenta y ocho años, nacida en Francfort (Alemania), que continúa haciéndose pasar por princesa Zu Sayn-Wittgenstein, cuando ya está divorciada de quien fue su segundo marido, el príncipe germano de tal apellido aristocrático, con quien contrajo matrimonio en 2000, para romper con él cinco años más tarde. Anteriormente ya estuvo casada con el empresario inglés Philip Atkins, entre 1990 y 1993, padres de dos hijos, Alexander y Anastasia. En el pasado de Corinna Larsen (la despojamos, como legalmente es, de su título principesco) hay otras relaciones amorosas. Que sepamos, una con Gert Rudolf Flick, cofundador de Mercedes-Benz. Todos sus meridos y amantes tenían "bien forrado el riñón". Ella no se relacionaba precisamente con gente que no fuera adinerada.

A don Juan Carlos de Borbón lo conoció en el transcurso de una cacería en una finca de Ciudad Real, hace de esto dieciocho años exactamente, febrero de 2004. Quien la sufragaba era el multimillonario inglés Gerald Cavendish, Duque de Westrminster. El cruce de miradas entre el entonces Rey de España y la falsa princesa Corinna no se hizo esperar. Dos años más tarde comenzó su íntima relación. Y en 2008, por decisión del monarca, Corinna se fue a vivir muy cerca del Palacio de la Zarzuela, en una confortable residencia situada en el lugar conocido como "La Angorilla". Había sido un refugio para cazadores, propiedad luego de Patrimonio Nacional. El Soberano consiguió que la reformaran con el deseo de que su amante gozara de todo tipo de comodidades. Los gastos, a cuenta del Estado. Cuanto sucedía alrededor de la pareja era del conocimiento de los servicios secretos. El último de los responsables al frente del CNI investigó al máximo cuantos pasos daba Corinna en España. E incluso fuera de nuestro país. Muy en concreto cuando ella se convirtió en una especie de representante regia en el exterior, para concertar una suerte de negocios, de los que ella saldría beneficiada gracias al apoyo de don Juan Carlos. Se especula que llegó a embolsarse por esas operaciones empresariales alrededor de treinta millones de euros que, sumados a los sesenta y cinco millones que le ingresó su amante en una cuenta bancaria de las Bahamas, suman una cifra nunca soñada siquiera por alguna cortesana.

Esos mencionados sesenta y cinco millones donados supuestamente gracias a la generosidad de don Juan Carlos, los había recibido éste con anterioridad de Arabia Saudí, regalo del Rey Abdullah. Corinna, así lo confirmó en algunos importantes medios informativos, como BBC News, el 29 de agosto de 2020. "Por reconocimiento de cuanto signifiqué para él", revelaría. Félix Sanz, el jefe del espionaje español, defendía al Rey, trató siempre de que la Monarquía no se viera perjudicada por la actitud de don Juan Carlos en su ámbito privado, aunque a don Juan Carlos no le comentara nada al respecto, pero sí llegó a conminar a Corinna a que fuera abandonando sus complicados negocios que podrían dañar a la Corona. Sanz fue el enemigo declarado de Corinna, en defensa insistimos de la legalidad democrática y nuestro régimen.

Corinna supo que su padre recibió una visita de don Juan Carlos, en la que éste le participó de sus deseos de casarse con ella. Y ésta se sintió desde ese día más cerca de ser la sustituta de doña Sofía. Don Juan Carlos, no obstante, le comentaría que ese propósito nupcial no podía de momento realizarse; que más adelante. Sabido era que el regio matrimonio dormía en camas separadas y únicamente comparecían juntos en actos oficiales. El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, estaba al tanto de ese posible divorcio.

Cuanto sucedería más tarde dio paso a la decisión del Rey de abdicar en 2014 en favor de su hijo Felipe VI. ¿Qué circunstancias lo llevaron a ese precipicio que puso en jaque a la Monarquía? Desde luego su conducta privada. Ya con sus amoríos (uno de los cuáles, con Bárbara Rey, bien remunerada para apagar sus ansias de venganza), ya con la incalificable conducta de su yerno, Iñaki Urdangarín. El caso Corinna fue el detonante final tras la vergonzosa cacería de Botswana, cuando con la economía española por los suelos, el Rey se divertía con su amante. El accidente sufrido lo llevó luego, por consejo de alguien sabedor de sus correrías, a pedir perdón a los españoles, ante una cámara de Televisión Española, en un pasillo del hospital donde había curado su fractura. Continuó, no obstante, inconsciente, su relación con la amante alemana. Hasta que ella, por la constante presión de los miembros del CNI, comprendió que la ruptura con don Juan Carlos estaba al caer. Cedió éste en su tóxica amistad íntima. Y acabó después yéndose hace año y medio a Dubai, donde continúa "sine die", tras una serie de circunstancias ya del dominio público. Pero ya decíamos al principio que Corinna Larsen, dolida y vengativa, no perdona a don Juan Carlos haber sido preterida, sintiéndose "compuesta y sin novio". Los millones ganados a costa de ese prolongado romance, entre 2006 y 2018, no han sido suficientes para que hiciera mutis por el foro. Quiere guerra. Pero la perderá por su infinita codicia. Hasta que encuentre algún incauto millonario que desvíe de su pensamiento el recuerdo de don Juan Carlos de Borbón y Borbón. Y si no, tiempo al tiempo...

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