José Fernando Ortega se encuentra ingresado en un hospital psiquiátrico de la localidad madrileña de Ciempozuelos desde hace casi cinco años, pero está cada vez más cerca de obtener la libertad definitiva. Muestra de que su recuperación avanza por el buen camino y que pronto podría decir adiós al centro 'San Juan de Dios', son los permisos de los que disfruta cada vez más a menudo y en los que aprovecha para recuperar el tiempo perdido con su familia.
Muy unido a su hermana, Gloria Camila, el colombiano fue uno de los grandes protagonistas de la espectacular fiesta inspirada en 'Pasión de Gavilanes' con la que la colaboradora de Ya son las 8 celebró su 26 cumpleaños. Un día inolvidable en el que José Fernando se reencontró con su hija Rocío, y con la madre de la pequeña, Michu, con la que rompió su relación hace unos meses, después de que la gaditana anunciase a golpe de portada de revista su boda. Una exclusiva que no sentó nada bien a Ortega Cano y que habría provocado que su hijo dejase fulminantemente a su novia.
Pero además de asistir al cumpleaños y reencontrarse con Michu, el fin de semana dio tiempo para mucho y José Fernando demostró su unión con su familia asistiendo con su padre y con el novio de Gloria, David - con el que tiene una gran relación - a un partido de fútbol del pequeño José María, de 9 años, por quien el hijo de Rocío Jurado tiene locura.
Con muy buen aspecto y más delgado que en sus últimas imágenes, José Fernando se mostró cercano y relajado con su familia y, fiel a su discreción, evitó hacer declaraciones y contarnos cómo se encuentra y cuándo podrá salir del centro y retomar su vida.
