Ágatha Ruiz de la Prada ha viajado a Venecia con su nueva pareja, el abogado José Manuel Díaz-Patón, para disfrutar de una fiesta en la casa de Enrique Ruspoli, conde de Bañares.
Un evento donde Ágatha se rodeó de otros aristócratas y miembros de la alta sociedad… y donde coincidió con su ex, Pedro J. Ramírez, y su esposa Cruz Sánchez de Lara.
Se trata de una exclusiva fiesta en la que la entrada, cena y baile incluidos, cuesta la cantidad de 2.000 euros por persona. Asiduos de este baile, entre otros miembros de la alta sociedad, son los sultanes de Omán, la princesa de Malasia, la diseñadora Vivienne Westwood, el príncipe Henry de Dinamarca…
Tal y como publica Pilar Vidal en ABC, pese a estar en la misma fiesta y la vida que compartieron juntos, ambos no se hicieron ni siquiera un gesto. Sobradamente conocida es la nefasta relación de la expareja una vez una vez se disolvió su matrimonio.
Pedro J. Ramírez y su esposa Cruz Sánchez de Lara llegaron invitados por el fundador de Naturhouse, el empresario Félix Revuelta. El periodista iba ataviado de El Zorro, con antifaz y sombrero como el famoso personaje de los seriales y las películas. Todos en la fiesta, en todo caso, hicieron buen uso de las máscaras, como en todo buen baile de carnaval.