Fabiola Martínez y Bertín Osborne están oficialmente divorciados. La modelo venezolana desvela este miércoles los detalles de su acuerdo de divorcio en la revista ¡Hola!, destacando que ha sido amistoso y muy fácil. Bertín firmó el pasado 16 de febrero y ella un día después, el 17. Aunque debían hacerlo el mismo día, Fabiola sufrió un contratiempo que la obligó a posponer la fecha. "Ese miércoles tuve que acompañar a mi madre al hospital porque le dio un ataque de vértigo", explicó.
Según detallan los papeles firmados y acordados, será el presentador el que se encargue de los gastos de sus hijos Kike (15) y Carlos (14). Mientras, ella ha decidido renunciar a la pensión y con su sueldo cubrirá sus gastos personales. "Bertín está siendo generoso con nuestros hijos. Él se ocupa de los gastos de los niños y yo de mí misma con el sueldo de mi trabajo", comentó Fabiola con total naturalidad sobre este reparto económico.
"Necesitaba sentirme dueña de mí. Quiero recuperar mi independencia, mi autonomía, mi desarrollo profesional... Depender de él no me favorecía", apuntó. Fabiola continuará con su labor en la Fundación Bertín Osborne mientras desempeña su trabajo como Directora de Comunicación y Marketing de la empresa López Real Inversiones 21.
La venezolana se ha quedado con la custodia de los niños de mutuo acuerdo para que no tengan que estar moviéndose entre Sevilla y Madrid. Fabiola y sus hijos se mudaron recientemente a un piso cercano al Santiago Bernabéu en la capital. Bertín, que reside en la capital andaluza, acude al domicilio cuando quiere para disfrutar de sus hijos.
Fabiola reconoció que fue ella la que decidió en última instancia dar el paso de la separación. Ella perdió su propia personalidad por tener que dedicarse por completo a Bertín, que reconoció que las cosas no iban bien. "Es la mejor decisión que podíamos tomar", dijo en el programa, subrayando que no hay posibilidad de reconciliación: "Hay gente con la que nos llevamos bien que piensa que vamos a volver, y yo no lo veo tan claro", dijo, explicando que de todas formas conservan un bonito vínculo.