La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Isabel González, Beatriz Cortázar y Carlos Pérez Gimeno para tratar todos los temas de la actualidad social de la semana, centrándose en El precio del silencio, el nuevo show puesto al servicio de Rocío Carrasco por Telecinco para arremeter contra su familia. Un programa que, además de venganza personal, fue utilizado de nuevo como arma política para generar polémica al igual que el tristemente célebre Contar la verdad para seguir viva.
Un programa donde los artífices de La Fábrica de la Tele volvieron a contar con los habituales especialistas del feminismo propio del ministerio de Irene Montero, que, como el director de Es la mañana, Federico Jiménez Losantos, nada tiene que ver Lidia Falcón y con otros puntales del "feminismo histórico a los que han echado del feminismo".
"Son grotescos, les dan igual las mujeres los hombres y están a la pasta y la propaganda. Recién llegados, que hablan no saben de lo hablan pero lo cobran", dijo Jiménez Losantos en esRadio, tachando el especie de Rocío Carrasco como otro "programa político de denuncia calcado a lo que hicieron la otra vez".
El programa, eso sí, contó con la connivencia de Jorge Javier Vázquez en vez de Carlota Corredera, "relegada" esta vez a colaboradora y no presentadora, y con la que el catalán tuvo algún episodio de rivalidad.
Es decir, un programa "contra los jueces" pero sobre todo contra su hija, Rocío Flores, a quien le toca ahora ser receptora de todos los insultos de su madre una vez agotada la figura de Antonio David Flores utilizando "algo que hizo cuando era menor de edad".
La decreciente consideración que merece la hija de Rocío Carrasco parece aumentar según crece la ira contra su familia, pese a que -así lo dijo Federico Jiménez Losantos- "en España la mala eres tú". Y es que "llega un momento en el que la gente se puso a favor de Antonio David y Olga Moreno; ella gana Supervivientes como reacción contra la isla cadena. Antonio David luego cometió el error de Marta Riesco, pero el problema de fondo de una madre que no habla con su hija, que es más sensata que ella, ahora consiste en linchar a una menor de edad".
Una menor de edad, Rocío Flores, que está en El Programa de AR -programa de una productora rival a La Fábrica de la Tele-, de Ana Rosa Quintana, que ya era una reina de la televisión antes y que ha sido el puntal de la cadena".
Una crítica que hizo extensiva, no obstante, a los responsables de la productora La Fábrica de la Tele, que ha implicado a "una persona medicada que jamás debió hacer un reality, algo que es para demandar a la cadena", y todo pilotado claramente desde instancias del Gobierno: "Un lío político porque querían ganar las elecciones en Madrid pero no valen ni la cuarta parte que Ayuso".
Un nuevo y polémico programa que, tal y como contextualizó la periodista Beatriz Cortázar, se ha hecho tras los nefastos resultados de audiencia de Montealto, donde Rocío Carrasco se limita a recorrer las estancias de su antigua casa reproducido en un plató desvelando las intimidades de su fallecida madre.