Recibe esta noche Cate Blanchett en el Palau de las Artes de Valencia, el Goya Internacional, que por vez primera se concede en la gala más importante del cine español. No han podido elegir mejor galardonada, al considerarse por la Academia que es una de las más importantes actrices de su generación. Su biografía artística está repleta de éxitos y premios tanto en la pantalla como en los escenarios. Su vida es muy feliz, al lado de su marido con el que lleva casada veinticuatro años, con quien ha tenido tres hijos; adoptaron también una niña. Hogar pleno de armonía. Se nos hace por otro lado sorprendente que, en el pasado, ella misma confesara haber tenido relaciones amorosas con muchas mujeres.
Catherine (Cate) Élise Blanchett nació hace cincuenta y dos años en un pueblo australiano cercano a Melbourne. Sus progenitores vivieron una historia romántica. De película. Suboficial de Texas enrolado en la Marina de los Estados Unidos, el padre de la futura estrella cinematográfica, hubo de desembarcar inesperadamente en Melbourne cuando el barco en el que viajaba con su tripulación sufrió serios desperfectos, lo que les obligaron a atracar en el puerto de la citada ciudad. Transcurrieron varias jornadas, en una de las cuáles el señor Blanchett conoció a una maestra australiana, con la que acabó casándose. Tuvieron tres hijos, la menor Cate. Quien ya en su época universitaria dejó la carrera de Economía, al año de su ingreso en la Facultad. Probó a cursar Bellas Artes. Y en un año sabático, de turista en El Cairo, un productor de cine la convenció al piropearla por su rubia belleza para que debutara como "extra" en una película. La experiencia le gustó a Cate quien después decidió estudiar Arte Dramático. Y así, a mitad de los años 90 se inició su espectacular carrera tanto en el teatro como en el antes denominado Séptimo Arte.
Si en la escena destacó entre otras representaciones en Electra y Hamlet, es en el cine donde su popularidad alcanzaría resonancias internacionales tras interpretar magistralmente Elizabeth I: la edad de oro. Otros títulos no menos importantes fueron: El talento de Mr. Ripley ("remake" de A pleno sol); Robin Hood, moderna versión del héroe británico; Carol, La Cenicienta, Blue Jasmine, elegida por Woody Allen, que la admiraba, hasta convertirla casi en su musa; El aviador, que le permitió ganar su primer Óscar; la secuela de El señor de los anillos: La comunidad del anillo, Las dos torres, El retorno del rey, sin que nos olvidemos que estuvo a las órdenes de Steven Spielberg en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, la cuarta entrega.
Hay coincidencia entre críticos y cinéfilos en elogiar la versatilidad de Cate Blanchett en los diversos personajes con los que se ha lucido. Actriz camaleónica, que se dice. Fue Charlotte, una francesa de la Resistencia durante la ocupación nazi. Pero también "Galadriel" en la saga de El señor de los anillos. Podríamos seguir con tales comparaciones. Las cerramos al recordar que en la obra teatral Manifesto llegó a dar vida ¡a trece personajes distintos!
No es extraño que haya ganado este rosario de importantes galardones: dos Óscar, tres Globos de Oro, tres Bafta y otros tantos del Sindicato de Actores. "Elizabeth I..." le permitió viajar por las más importantes capitales europeas para promocionar el filme, que rodó en 1998, entre ellas Madrid, adonde viajó en compañía de sus compañeros en el reparto, Geoffrey Rush y el catalán Jordi Mollá. Convocaron una rueda de prensa en el hotel Santo Mauro, en el transcurso de la cuál, ella confesó: "Nunca estoy contenta de cómo me veo en la pantalla, no me soporto, sólo encuentro errores míos. Confío en que mucha gente no los capte, desde luego". Por la noche, asistiría al estreno en un cine de la Gran Vía.
Para entonces ya llevaba unos meses casada con Andrew Upton. Boda que tuvo lugar el 29 de diciembre de 1997. Unión de la que vinieron al mundo tres retoños. Siendo éstos todos varones, Cate lamentaba no haber alumbrado una niña. De acuerdo con su marido adoptaron en 2015 a Edith Vivian Patricia, nombres que eligió la mamá. Pero ¿cómo conoció a ese guionista cinematográfico y dramaturgo, bastante feo, para celebrar su enlace cuando ella se había distinguido por abominar del matrimonio? La primera vez que se vieron fue en los pasillos de un canal de televisión donde ambos, por separado, habían sido convocados a un programa de entrevistas. Ni se miraron. Pero se reencontraron en otros eventos. Y hasta fueron compañeros en una partida de póker, sin que apenas hablaran. "Él pensaba que yo era distante y yo, de él, que arrogante". Se detestaban, en una palabra. Mas al concluir aquella partida, Andrew Upton la invitó a pasear por la playa. Durante la caminata, besó a Cate Blanchett apasionadamente. Aquel ósculo "de tornillo" hizo su efecto. Tres semanas más tarde, él le entregó un anillo de boda. Y desde entonces fueron felices y comieron perdices, como en el cuento. Sólo que encontrándose de promoción en Australia, de la película Carol, declaró en la edición de su país de Variety, lo que sigue: "Yo, he tenido muchas relaciones amorosas con mujeres. Pero no le doy importancia a que puedan decir sobre mí que soy lesbiana, o bisexual". Escandalizaron tales confesiones. Y nunca más la actriz se refirió a su condición sexual. Asegurando siempre que la entrevistan que "mi marido me apoya, comprende lo que hago, nos reímos mucho, perdidos el uno y el otro si no nos encontramos juntos".
Y, atención al "look" que Cate Blanchett luzca en esta noche mágica de los Goya. Porque se la considera una de las actrices mejor vestidas. Espectacular en los últimos festivales de Cannes y Venecia. Por lo común, exhibiendo exclusivas creaciones de Givenchy y Giorgio Armani, firma esta última de la que es una especie de embajadora internacional promocionando tanto moda como perfumes. Un lujazo de mujer, una actriz sensacional. No nos perderemos su paso por la alfombra roja del escenario valenciano.