Isabel Pantoja no levanta cabeza. Lo último han sido los dos programas especiales de su ex, Julián Muñoz, destapando todo tipo de detalles íntimos de su malograda relación. Ahora que su querido ático de Fuengirola (o, en realidad, uno de ellos), una de sus posesiones más preciadas, ha salido a subasta pública...
El piso salió a la venta hace casi dos años a casi un millón de euros. El precio tuvo que ser rebajado rápidamente debido a la incapacidad de venderlo a ese precio: finalmente su precio fue fijado a 300.000 euros.
La cantidad que Pantoja saque finalmente será utilizada para ir saldado sus cuantiosas deudas con Hacienda, que todavía no han acabado pese a su trabajo en Supervivientes antes de la pandemia, y el elevado mantenimiento de Cantora.
Desde entonces Pantoja ha atravesado no pocos reveses personales y profesionales. Los segundos dela mano de la pandemia, los primeros casi todos de la mano de Kiko Rivera, que con sus reclamaciones en televisión vía La herencia envenenada quiso apropiarse de todo lo posible de Cantora, la finca familiar. La situación familiar que ha quedado desde entonces solo puede calificarse de ruinosa.
La vivienda en subasta, que por tanto ya no está en manos de la cantante, está hecha a medida y a capricho de Pantoja. Ubicada a unis metros del Paseo Marítimo de Fuengirola, son dos pisos contiguos reformados, en total 200 metros cuadrados, con un ascensor que va a al salón, cuatro dormitorios y una gran terraza acristalada.
La subasta ha durado unas dos horas y en realidad solo se ha subastado una de las dos mitades embargadas el pasado mes de octubre, es decir, uno de los pisos. Se partió de 200.000 euros con una deuda de 64.000. El piso se vendió totalmente amueblado y acarreaba necesariamente una reforma, lo que dificultó el proceso de venta. Una cantidad muy lejos de la inicialmente pretendida y que seguramente haya decepcionado a la tonadillera.
La venta de una de esas propiedades, desvelada por Anabel Pantoja en Sálvame, ha descubierto que una de las mitades de ese ático en realidad sí fue vendida anteriormente… por la propia Pantoja, que se implicó tanto en reformar estos pisos -rehechos en mármol por completo- que todo fue elegido personalmente por ella.