Enrique Ponce y Ana Soria, fuera del alcance de la prensa desde hace meses, podrían haber modificado toda su agenda invernal. Tras un movido comienzo de relación a la vista de todos, la pareja decidió corregir el rumbo y afrontar la vida de una manera más discreta.
A ello ayudó sin duda el divorcio definitivo de Paloma Cuevas y la retirada del toreo de Ponce en medio de la pandemia. En todo caso, Enrique Ponce y Ana Soria pasaron de exponerse a esconderse en apenas unos días.
No obstante, diversos factores apuntaban a un posible regreso. En primer lugar, el torero se disponía a afrontar su regreso a los ruedos en México, tal y formaron varias fuentes del mundo del toro.
Pero fuentes de ABC cercanas a la pareja desmienten también este giro profesional de Ponce, que por tanto no va a torear en Mexico y que no aceptaría una propuesta tan importante lejos de Ana Soria.
El otro punto hace referencia a su vida personal. Los rumores apuntaban a que Ponce y Soria, de nuevo, se estaban distanciando y que la llama del amor se había apagado. Pero, igualmente, nada más lejos de la realidad. El diario sostiene que todo sigue como hasta ahora y que solo son rumores alimentados por ciertos elementos de la vida pasada del torero.
Soria, sin embargo, sigue siendo persona "non grata" para ciertas personas. Pese a sus esfuerzos -explica Saúl Ortiz en ABC-, sigue al margen de las actividades de Enrique Ponce con sus dos hijas. Ella "colabora" para que la relación sea normal, pero sigue sin ser aceptada, cosa que trata de llevar con filosofía. La relación con el torero, no obstante, sigue estable y viento en popa.