
Durante meses se ha hablado en los distintos medios de televisión de la mala relación entre Terelu Campos, Carmen Borrego y Alejandra Rubio. Un conflicto que viene de lejos, que cada una de ellas alimenta de una manera y que ha terminado por resquebrajar la relación de la familia, algo que ha angustiado sobremanera a la matriarca del clan, María Teresa Campos. Si algo sabemos es que el vínculo que las dos hermanas tenían hace años ya nunca será igual porque se han sobrepasado unos límites, que aunque se quieran guardar las apariencias, han destruido muchos lazos.
A pesar de eso, Carmen Borrego aseguró hace unos días en el programa donde colabora que su relación con su hermana volvía a ser como era. Y es que muchas veces los espectadores se quedan anonadados por la facilidad que tienen de arreglar ciertas diferencias como si de una disputa de patio de colegio fuese... Independientemente de esto, las Campos ya avisaron de que cenarían juntas en Nochebuena.
El clan Campos, en efecto, se iba a juntar porque así lo han hecho todas las Navidades y por la matriarca, María Teresa Campos, así lo deseaba. La periodista ya vive alejada del foco mediático pero es consciente de la guerra que existe entre sus hijas y que incluye también a su nieta, así que respetando la tradición, iba a sentar en la misma mesa a todos los miembros de su familia. O esa era su intención.
El mismo 24 de diciembre Europa Press captó a María Teresa Campos llegando a casa de Terelu Campos para celebrar la Nochebuena, momento en el que la periodista confirmó que en Navidad se juntaría todo el clan: "Con toda la familia", dijo sobre cómo pasarían la noche. De esta manera, la que fuera la reina de las mañanas zanjaba las especulaciones y aseguraba que su familia permanecía unida.
Una reunión que no pudo ser
El destino, no obstante, no quiso que el clan se reuniera por culpa del coronavirus. Carmen Borrego y su marido, José Carlos, fueron contacto estrecho de un positivo y a última hora, cuando todo estaba ya organizado, decidieron quedarse en casa confinados. Un hecho que apenó a su hermana Terelu, con quien todavía Carmen tiene pendiente una conversación, y sin duda a María Teresa.
Pero no a una de las grandes culpables de esta guerra familiar mediática, Alejandra Rubio, que aprovechó el escaparate que le brinda Viva la vida para asegurar que si no se habían juntado era por algo. "Si ha pasado esto es porque no nos teníamos que juntar, que teníamos que hacerlo en otro momento", ha dicho no sin cierta ironía.