Kiko, Fran y Cayetano Rivera vuelven a la carga con un importante tema pendiente

Kiko Rivera parece haber perdido algo de protagonismo los últimos días tras su última y estelar aparición televisiva. El DJ podría haberse dado a sí mismo un descanso después de la emisión del programa de Jesús Calleja en el que confesó su adicción a las drogas, o bien simplemente estar planificando su próximos pasos en la guerra familiar que sostiene.

No obstante, llega la Navidad y con ello las inevitables citas familiares. Queda por ver cómo Kiko resolverá este extremo aunque su mujer Irene Rosales ha confirmado que, efectivamente, las pasará en familia y en Sevilla. "No sé si nos reuniremos con los hermanos de Kiko", ha añadido además.

Una reunión importante en tanto confirmaría que Kiko Rivera mantiene esa renovada cercanía con Fran y Cayetano Rivera, con quien en el pasado ha mantenido cierta distancia. No obstante, hace un año con La herencia envenenada, los tres unieron fuerza para tratar de exprimir a Isabel Pantoja sobre las pertenencias de Paquirri.

Lo mismo ha dicho la esposa de Fran Rivera, Lourdes Montes, sugiriendo una probable reunión de hermanos en Navidad. "Imagino que sí que habrá reunión de hermanos", ha dicho, asegurando que aún no saben quién la organizará porque "todavía hay que rifarlo".

"El año pasado fuimos fuera con lo cual no le tocó a nadie así que no sé si este año", detalló, incluyendo por tanto -y como todos los años- a las respectivas esposas de los Rivera, Irene Rosales, Eva González y ella misma.

Un encuentro, el de los Rivera, en el que quizá se pondría sobre la mesa la principal obsesión de Kiko durante estos meses: discutir sobre la herencia de Paquirri y el usufructo vitalicio de la finca Cantora. Tal y como contó en La herencia envenenada, ella no quedó conforme con es testamento y consiguió firmar un documento en el que se establecía como copropietaria junto a Kiko.

De momento, sus reivindicaciones han quedado en nada, quizá debido a la inesperada pérdida familiar de Doña Ana, madre de la tonadillera y abuela de Kiko. Su muerte motivó varios encuentros familiares que derivaron en un cierto acercamiento a Isabel Pantoja, pero a la vez a prender de nuevo la mecha con su hermana, Chabelita. Las hostilidades se han reducido pero no han cesado.