Irene Montero y Rocío Carrasco coincidieron este miércoles en la XVIII entrega de los reconocimientos y menciones especiales por el día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Un evento en el que se premió a Ana Isabel Peces, directora de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, donde la hija de Rocío Jurado narraba el presunto infierno de maltratos que habría vivido con el padre de sus hijos.
Desde el comienzo de la emisión, la ministra de Igualdad se mostró del lado protagonista, llegando incluso a colaborar en el debate posterior a pesar de reconocer que no estaba al tanto de lo que la Justicia había dicho al respecto. "Siempre vamos a estar ahí cuando una mujer se atreve a dar el paso de denunciar una situación de violencia machista", señaló Montero en Sálvame un día después de la emisión del primer capítulo de la serie documental. "Quizá por primera vez se vean reflejadas en las experiencias que ella cuenta. Tienen que saber que hay un teléfono, el 016, con una voz al otro lado para ayudar", señaló entonces.
A partir de ese momento, la izquierda convirtió a la hija de Rocío Jurado en un referente "para miles de mujeres que sufren violencia de género de nuestro país". Por ello, no extrañó la presencia de Irene Montero en los citados premios, donde se fundió en un efusivo abrazo con Rocío Carrasco. "El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género. Cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo", escribió Montero en su cuenta de Twitter.
Otra de las que mostró su apoyo a Carrasco fue la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra: "Es una mujer valiente, una superviviente. Su testimonio tiene un gran valor para visibilizar la violencia de género. No pararemos hasta que la vida sea segura y libre para todas las mujeres".
