Después de que Rocío Flores, la hija de Rocío Carrasco, reconociese que lleva un año muy duro y que en ocasiones se ha visto sobrepasada por la situación, recuperamos estas reveladoras imágenes inéditas de la influencer llorando desconsolada entre gritos de ánimo de sus vecinos
Rocío Flores está atravesando por una de las etapas más complicadas de su vida. Y es que cuando todavía no se ha repuesto de lo que supuso para ella los desgarradores sucesos familiares que su madre, Rocío Carrasco, hizo públicas en su docuserie - en la que narró, entre otras cosas, los golpes que le dio su hija en 2012 en una pelea- la influencer se enfrenta ahora a la probable separación matrimonial de su padre y Olga Moreno.
Abatida, Rocío confesó hace unos días en El programa de Ana Rosa que ha sido un año muy duro y que, aunque intenta sacar fuerzas de flaqueza, en ocasiones se ha visto sobrepasada por la presión. Algo que las imágenes captadas en la calle por los fotógrafos que siguen a Rocío Flores y que fueron recuperadas este jueves por el mismo programa pueden atestiguar.
Unas instantáneas desgarradoras en las que vemos a la colaboradora de AR completamente derrumbada y que aunque son del pasado mes de abril, no habíamos visto hasta ahora, cuando cobran un especial significado por el nuevo varapalo que ha supuesto la ruptura de su padre y uno de los pilares de su vida, 'Oa'.
Rocío, arropada por su novio, Manuel Bedmar, acudía a una conocida panadería de Málaga. Allí fue reconocida por otros clientes que aguardaban la cola para ser atendidos en el establecimiento y comenzaron a jalearla con vítores de ánimo. "Con dos cojones, que soy madre de dos niños y por muy malo que sea tu padre, tu madre no te tiene que abandonar y duelen los dos". Palabras de una espontánea que calaron hondo en la nieta de Rocío Jurado y arrancaron sus lágrimas.
Desconsoladamente rompió a llorar Rocío sin poder reprimir la impotencia y la presión que siente ante esta situación. Su novio no dudó en abrazarla para reconfortar a la angustiada joven, sobrepasada por la presión y totalmente derrumbada entre los vítores de los vecinos.