Atenas ha vivido, con la boda de Philippos de Grecia y Nina Flohr, uno de los fines de semana más mágicos y especiales que se recuerdan en la capital griega, ya que la primera boda real celebrada en el país en los últimos 50 años ha llenado de alegría, glamour y emociones las calles, y de felicidad a sus habitantes, encantados con el desfile de celebridades al que han asistido en los últimos días.
La reina Sofía, la infanta Elena, y la Familia Real griega casi al completo, Sassa de Osma y Tatiana Santo Domingo, entre otros, abandonaron el hotel con la mejor de sus sonrisas para poner el broche a un fin de semana repleto de emoción con una comida con los novios en el Club Naútico de Atenas
Este domingo, para poner el broche de oro a los festejos de su enlace y a un fin de semana de ensueño, los novios han invitado a sus familiares y amigos más cercanos a una comida informal en el Club Náutico de Atenas, uno de los lugares favoritos de la Familia Real griega y en cuya terraza Philippos y Nina Flohr han despedido personalmente a sus invitados, agradeciéndoles su asistencia a su boda y su cariño con un almuerzo que nadie quiso perderse.
Así, pasado el mediodía, el Hotel King George de Atenas —en el que se alojaron la mayoría de rostros conocidos al enlace— se convirtió en un auténtico desfile de royals que, felices y relajados tras una boda perfecta, abandonaron el lugar para poner rumbo, en varias furgonetas que les esperaban, al Club Náutico de la capital griega.
De las más madrugadoras, la reina Sofía, su hermana Irene y la Infanta Elena, muy sonrientes y agradecidas con el cariño que les tiene el pueblo griego. Mientras la madre de Felipe VI optó por un look moderno con pantalón acampanado, blazer en color azul celeste y numerosos collares de abalorios, la duquesa de Lugo acertó de lleno con unas originales gafas de sol, una chaqueta de ante marrón y su media melena rizada al natural, una imagen bastante inusual que le favorece muchísimo.
Además de ellas, también otros rostros conocidos salieron del hotel como fue el caso de Christian de Hannover y Sassa de Osma, convertida una vez más en la más elegante de la jornada con un sofisticado vestido color caldera con estampado de caballos, un original bolso estilo bombonera y unas veraniegas cuñas negras. Un look estilo boho que compartió con Tatiana Santo Domingo, que acompañada por Andrea Casiraghi lució un vestido midi con botones frontales en colores pastel, con cuello caja y manga corta abullonada.
Kyril de Bulgaria, por su parte, abandonó el hotel con su novia, Katharine Butler, mientras que el marido de Beatriz de York, Edoardo Mapelli, lo hizo en solitario luciendo un original borsalino.
Por parte de la familia real griega vimos, felices y relajados, al rey Constantino —en silla de ruedas por sus problemas de movilidad— y a la reina Ana María, a la princesa Theodora, con un favorecedor vestido azul, a Tatiana Blatnik y Nicolás, tan cómplices como de costumbre, y a la princesa Alexia con su marido, Carlos Morales, y sus cuatro hijos, Arrieta, Carlos, Ana María y Amelia, con los que posó a las puertas del hotel.