Cincuenta años han pasado desde que Victoriano Valencia y Paloma Díaz se dieron el ‘sí quiero’ en la madrileña iglesia de La Concepción, en pleno barrio de Salamanca. Un enlace que tuvo un gran interés mediático, ya que el novio era uno de los toreros más afamados de la época, con un amplio currículum sentimental.
Su romance con Beatriz de Saboya, hija de Umberto II, fue muy sonado. También se le pudo ver con Geraldine Chaplin, entre otras famosas de la época.
Quien consiguió que abandonase la soltería fue una bailaora muy guapa y elegante, Paloma Díaz, con un magnífico futuro profesional al que renunció cuando se casó y decidió dedicarse a su familia.
Un matrimonio que siempre ha funcionado de maravilla. Tuvieron tres hijos, Paloma, Verónica y Victoriano ‘Nano’, que desgraciadamente murió en 2014 de un infarto, lo que supuso un mazado terrible para toda la familia.
Paloma, la hija mayor, ha sido la más mediática sin lugar a dudas por su matrimonio con Enrique Ponce durante casi 25 años. Han sido uno de los matrimonios que más interés ha suscitado en la prensa del corazón. Su inesperado divorcio, a pesar de la discreción que siempre ha mantenido la familia, generó una expectación mediática tremenda. La celebración de las bodas de oro de los padres de Paloma será, con toda seguridad, íntima. Intentarán que no se vea empañada por los últimos acontecimientos.