Bigote Arrocet fue el elegido por el público para ser el segundo concursante de Secret Story en abandonar la casa de los secretos. El pasado jueves, el humorista dejaba atrás la convivencia con sus compañeros de reality tras varias semanas estirando su relación con María Teresa Campos, a la que hizo mucho daño en el pasado.
Aunque el pasado jueves no se produjo su encuentro con Terelu Campos en plató porque la colaboradora abandonó el plató minutos antes de su entrada, el humorista sí pudo verse cara a cara con Alejandra Rubio mucho tiempo después: "Hace más de dos años que no nos vemos, desde que él y mi abuela lo dejaron", explicó la joven.
Nada más entrar en plató y ver a Alejandra, Edmundo se lanzó a hacerle un cariñoso gesto, dejando ver que todavía guarda mucho cariño a la nieta de su expareja. Ante la atónita mirada de los colaboradores y de Jordi González, Bigote besó la mano de una emocionada Alejandra. Un gesto espontáneo que habrá levantado ampollas en la familia Campos.
Alejandra Rubio y Bigote se emocionan al saludarse en el plató #SecretNoche3 pic.twitter.com/ywFiW3DdoN
— GOSSIP BOY (@JuanjoCotilla) September 26, 2021
Tras abrazarse, ambos se emocionaron y rompieron a llorar: "No me esperaba ver aquí a Alejandra, yo la quiero mucho, no como una nieta pero sí como más que una amiga, es especial para mí". Al humorista se le entrecortó la voz al recordar momentos juntos: "Su abuela me hablaba mucho de ella".
Alejandra también se deshizo en halagos: "Yo no tengo ningún problema con él, le tengo mucho cariño, le recuerdo pintando sus camisetas y poniéndole flores a los árboles cuando no tenían". Pero también tuvo algún reproche para él: "Ha estado muchos años con mi abuela y algunas cosas me duelen porque no las entiendo".
Tras compartir tiempo con Edmundo en plató y escuchar las explicaciones que dio sobre su relación y ruptura con su abuela, Alejandra explicó su posición: "Tampoco quiero meterme demasiado en este tema, al final, soy la pequeña, no me cuentan todo y me mojo en cosas que igual no sé al cien por cien". Y quiso mantenerse al margen: "Hay cosas que me han dolido. Es mi abuela y, si le hace daño, a mí me duele. Pero por mi parte yo no tengo nada más que decir".