Llegó el momento de Bigote Arrocet tras meses apartado de España y de las Campos. El cómico chileno ha reaparecido en La casa de los secretos de Telecinco declarando la guerra a la familia de periodistas, asegurando —vestido de faraón egipcio— que lleva sin hablar con María Teresa dos años.
"No sé si me está viendo, no tengo ni idea. Yo sí la veo a ella, le tengo cariño… Cuando uno ha vivido con una persona tantos años y ha sido feliz sientes una sensación bonita", ha dicho a Jorge Javier Vázquez, asegurando que el 29 de noviembre, fecha de su cumpleaños, harán dos años que no habla con ella. "Nunca fue así, pero yo no lo voy a decir. Cosas íntimas no se cuentan", ha dicho sobre la versión de la periodista de cómo la dejó.
"Las cosas se acaban y punto. Yo había hablado esa tarde con ella y le dije que me iba, y a la mañana siguiente me despedí y me fui. También lo sabe Terelu porque a ella también la escribí", dijo, dando por finalizada la relación con esos mensajes.
"Me duele decirlo, pero se ha hablado tan mal de mí, me han dolido cosas y sobre todo a mis hijos. Nunca ha sido lo que se dice y tengo mucho dolor en ese sentido, ha sido la hora que se me ponga en el lugar que me corresponde, nunca me iría de una relación de esa manera", dijo, desmintiendo que no avisase a nadie de su marcha.
"Hablaré un día con ella porque yo no soy rencoroso... A María Teresa me unían muchas cosas muy bonitas. Ella es muy simpática, más que yo, el aburrido de la casa era yo", dijo, antes de que Alejandra Rubio, desde plató, "alucinase" de la "realidad paralela" en la que vive Bigote: "Ese mensaje existe, yo lo he visto y no lo puede negar", aseguró.