Kiko Matamoros no ha tenido un regreso agradable a Sálvame tras sus vacaciones. Bien es cierto que había varias circunstancias que ofendían especialmente al colaborador, una relacionada con su vida personal y la otra no, pero que igualmente afectaba a sus principios.
Para empezar, Kiko Matamoros ironizó, evidentemente disconforme con la incorporación de su ex, Makoke, al programa La última cena. Kiko Hernández aclaró que su participación se había cerrado un mes antes de que él se fuera de vacaciones, por lo que no había conspiración alguna en su ausencia. "Entiendo que está muy bien traerla si no voy yo, pero lo encuentro un acto ilícito de provocación", dijo.
Y a continuación, ironizó con la posibilidad de que Makoke eleve los índices de audiencia del programa al nivel de un "Belenazo". Y zanjó: "Personalmente me duele, esta era mi casa y de alguna manera pensaba que no se iban a compensar determinadas acusaciones, algunas que han trascendido públicamente y otras que no", dijo, decepcionado.
Respecto al segundo tema, el despido fulminante de Antonio Canales a manos de Carlota Corredera la semana pasada, aseguró que le pareció "la forma más fea de humillar a un profesional", algo que no le hace sentir precisamente "orgulloso" del programa. "Un profesional se merece otro trato", dijo Kiko, muy crítico con el tema.
Todavía quedaba un punto más en su agenda particular, y es el cantado regreso de Rocío Carrasco este miércoles 25 de agosto para hablar del diario de su madre. "Nadie ha tenido pelotas" -dijo- de decir lo que verdaderamente piensa del tema de la hija de Rocío Jurado y su documental, dando a entender que no todo es como se pinta desde la dirección de Sálvame.
Hasta el punto que amenazó con irse del programa, dando por hecho que -al haber sido uno d de los más críticos con la nueva estrella, Rociíto- "es una posibilidad que me vaya o que me echen. A veces te vas cinco minutos antes de que te echen. Me gusta esto, quiero Sálvame, respeto a mis directores y compañeros, no tengo ningún interés en irme mañana. Pero si tengo que irme me voy".