En el último Festival de Cine de Cannes Carla Bruni desfiló con un sencillo pero elegante modelo de la firma Saint-Laurent, compitiendo con otras bellezas de la escena internacional, sobre todo actrices más jóvenes. Quien fuera primera dama durante cinco años, hoy dedicada por entero a su faceta de compositora y cantante, está muy unida a su marido, el ex-Presidente Nicolás Sarkozy, y no quiere que regrese al primer plano de la política francesa. En tal caso ya le ha advertido que se divorciaría.
Es una dama de gran personalidad, nacida en Turín el 23 de diciembre de 1967. Carla Gilberta Bruni Tedeschi tiene la nacionalidad francesa. A sus cincuenta y tres años ha vivido muchos acontecimientos, íntimos y sociales, alguno de ellos doloroso. El principal, que hasta los veintiocho años no conoció el nombre de su verdadero padre biológico, al que por cierto invitó a un viaje oficial a Rumanía del matrimonio Sarkozy. ¿Qué había ocurrido en su familia?
La madre de Carla, Marisa Bruni Tedeschi, nonagenaria, de gran vitalidad, fue pianista de éxito y tuvo varios amantes, además de un marido, el compositor de ópera e industrial Alberto Bruni. El joven Maurizio Remmert, un empresario radicado en Sao Paulo, la cautivó, de tal forma que convivieron seis años, periodo en el que nació Carla. Fue su esposo quien dió su apellido a la futura artista. Y es que Carla Bruni heredó de sus padres la pasión por la música, aunque en su juventud destacó primeramente como modelo de las más importantes firmas.
Carla siempre ha estado muy cerca de su madre, que la acompañó en varios de sus viajes oficiales como primera dama, disfrutando de momentos inolvidables: en el Vaticano, en la Corte de Isabel II con quien entabló una conversación triste, comentándole la muerte de su hijo Virginio, víctima del sida a sus cuarenta y ocho años; y con otros personajes mundiales. En cierto modo, Carla Bruni tuvo también como su madre varios amantes antes de conocer a Nicolás Sarkozy. Entre ellos el actor francés Vincent Pérez, el galán norteamericano Kevin Costner, y los músicos Eric Clapton, sensacional guitarrista y el no menos celebrado rockero Mike Jagger quien al liarse una temporada con Carla se separó de su compañera Jerry Hall. Con el intelectual Raphaël Enthoven, hijo de un importante editor, convivió entre 2000 y 2007. Tuvieron un hijo, Aurelien, que cuenta en la actualidad diecinueve años y vive con su madre.
La relación con Enthoven fue algo compleja. La ex mujer de éste, Justine Levy, hija del conocido filósofo Bernard Henri Levy, escribió una novela, "Nada grave", donde daba cuenta de ciertas intimidades de su marido. Y éste contraatacó luego con otro libro, y asimismo el hijo que tuvo con Carla. Sacaron los trapos sucios de todos ellos entre sí. Dióse la circunstancia de que una pariente de Aurelien Enthoven impulsó a Carla a que se dedicara al cine. Teniendo en cuenta que Carla tiene una hermana, Valeria Bruni, cineasta, contaba ya con más ayuda. Pero su actividad como actriz no le ha aportado mucho. Es la música donde más segura se encuentra, acompañándose por lo común con su guitarra; también toca el piano. No posee una voz brillante desde luego, pero destaca por su sensibilidad, por el romanticismo de sus canciones. En Madrid actuó en 2018, acudieron al estreno varios políticos y ella prometió entonces y luego, en el pasado otoño entrevistada en "El Hormiguero" con ocasión del lanzamiento de su último disco, que quiere grabar canciones en español, idioma que no le es ajeno por su ascendencia italiana.
Pero aunque la música le ocupe su mayor tiempo, con giras por toda Francia, tampoco sus contratos son demasiados y está muy pendiente de su vida familiar. Habita un palacete en el distrito XVI de París junto a su marido, la hija que tuvo con Sarkozy, Giulia, de nueve años y el antes citado Aurelien, de diecinueve. Su matrimonio con el político fue celebrado el 2 de febrero de 2008, en el Elíseo. Hacía solo tres meses que se habían conocido en una cena en casa del publicista Jacques Séguéle. Fue un "flechazo" mutuo. Nicolás se acababa de separar de su segunda esposa, que lo había abandonado. Se encontraba en una situación anímica delicada. Y Carla fue para él su salvación: "Tú serás mi Marilyn y yo tu JFK" (en alusión a la Monroe y a John F. Kennedy, claro está).
Entre 2007 y 2012, el tiempo que Carla Bruni vivió en el palacio del Elíseo junto a Nicolás Sarkozy, Presidente de la República Francesa, todo fue para ella algo alsí como un cuento de hadas. Lo peor sucedió después cuando un Tribunal de París lo condenó a tres años de cárcel acusado de corrupción y tráfico de influencias. Los cargos son que sobornó a un fiscal para obtener beneficios en cierta causa política. El recurso de Sarkozy aún no se ha resuelto. Tiene también otros casos con la Justicia. Carla Bruni ha utilizado las redes sociales para defenderlo: "Estoy orgullosa de tí, amor mío. Admiro tu comportamiento… Solo contra todos..." Cree en su inocencia y confía que pueda salir indenme y libre de todas las acusaciones. No está su futuro muy optimista que digamos, pero habrá que esperar el resultado final de esos juicios. Entre tanto, aunque no parece se haya distanciado del todo de su partido, se ocupa de su bufete de abogados que le garantiza unos importantes ingresos, según Carla, muy superiores a los que tenía como Presidente de la República.