Carlota Corredera puso en alerta al resto de colaboradores durante la edición de Sálvame del lunes. Mientras conversaban, la presentadora empezó a gritar llegando a asustar a sus compañeros de plató: no se trataba de ningún episodio guionizado del programa.
Lydia Lozano y Anabel Pantoja fueron las primeras en acudir a ayudar a Carlota Corredera, que se había clavado "una espada" en pleno directo. Era el gigantesco imperdible para sujetar la petaca del micro, que se había clavado casualmente en una zona que la presentadora ya tenía herida de una anterior caída.
"Llamad a los bomberos que hay un agujero y sangre", decían ellas, entre risas… pero también gritos de dolor de Carlota, que preguntaba si se lo habían "sacado o no".
Carlota explicó que "en mis vacaciones tuve un accidente y me di un golpe tremebundo". Fue durante sus días de playa y sol con David Valldeperas, director del programa, cuando se pegó "un trompazo impresionante, tengo un pedazo de edema interno… tenía la mitad del culo negro e inflamado. Mi fisioterapeuta me dice que por un centímetro no me he partido el coxis".