La aparición de Olga Moreno ante las cámaras para explicar su versión de todo lo acontecido, una vez conseguido alzarse con la victoria de Supervivientes, la expectación no podía ser mayor.
La sevillana, lo primero que dijo nada más aparecer, vestida de azul, haciendo un guiño a los miles de fans, de Marea Azul, así es como se llaman, es que no iba a hablar de Rocío Carrasco, que, por supuesto fue imposible, por mucho que se empeñó en decir que solo iba a hablar de lo que se ha dicho sobre ella. Repitió lo mismo que dijo en la isla. "En mi casa nunca se ha hablado mal de Rocío Carrasco. Lo único que he hecho en estos 22 años, es dar mucho amor a esos niños, que no son míos, y lo volvería a hacer". Y continuó diciendo. "Sí me robasen a mi hija, cruzo mares, voy hasta el fin de la tierra, porque nadie me la iba a quitar". De esa manera lo defendió.
La mujer de Antonio David Flores también ha hecho un repaso de su familia, y ha contado, cómo los ha visto, una vez terminado el concurso, que ha durado varios meses. "No he podido ver toda la docuserie, ha sido imposible, no ha habido días, y asimilarlo es imposible, porque se necesita mucho tiempo para ello. He visto a mi familia derrumbada, a todos, a mi marido, a sus hijos, a mi hija Lola, que han tenido que llevarla a un psicólogo. Soy una mujer fuerte, y siempre voy a estar a su lado". Así lo contó entre lágrimas.
Hay que recordar, que Olga, cuando se fue a Honduras, tan solo se había emitido el primer capitulo de la docuserie de Rocío Carraco.
Uno de los episodios más delicados de este drama, es la paliza que dio Rocío Flores a su madre hace 10 años, y que la joven denunció en la comisaria, acompañada de su padre. Cuando le preguntaron que opinaba de ese hecho, sin entrar en más detalles, lo único que se limitó a decir, que ella estaba con Rocío Flores, y que no podía decir otra cosa.
Olga en el transcurso del programa, cuando se abordó el tema de la hospitalización durante una Navidad, a David Flores a consecuencia de una pulmonía, contó que nunca había tenido una conversación con Rocío Carrasco, porque siempre se hacia a través de abogados, por decisión de la propia Rocío. "Lo único que le dije es que esos niños necesitaban hacer cosas con su madre".
Una historia triste, con un final, lejos de tener solución, donde los hijos son sin lugar a duda los más perjudicados.