Hace unos días saltaba la noticia. Raquel Mosquera había tenido una recaída del brote psicótico que sufrió el pasado mes de abril —y que la llevó a estar ingresada en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid durante más de diez días— y volvía a estar hospitalizada en el mismo centro médico. Completamente aislada y sin contacto con sus seres queridos desde su ingreso el 1 de julio, su representante confirmaba que su evolución era positiva y se encontraba mejor, pero que todavía era pronto para saber cuando recibiría el alta médica, aclarando además que la peluquera no habría sufrido ningún nuevo brote psicótico, sino que este ingreso era consecuencia de no haberse recuperado del que padeció hace menos de 3 meses.
Sin embargo, la propia Raquel Mosquera, que recibió el alta hospitalaria de una manera muy discreta el pasado lunes, desvela hoy en exclusiva en las páginas de la revista Lecturas toda la verdad de este nuevo problema en su delicado estado de salud mental. Y es que este último ingreso no se debe a una nueva crisis, sino que ha sido motivado por la depresión que la viuda de Pedro Carrasco sufre y que como ella misma confiesa comenzó tras el brote psicótico que tuvo en abril. Después de 20 días ingresada —aunque su hospitalización no se filtró hasta el último momento— la peluquera abandonaba el Puerta de Hierro hace dos días. "He vivido momentos difíciles, pero estoy bien", señaló.
Ahora podemos ver las primeras imágenes de Raquel tras recibir el alta hospitalaria, grabadas este martes por la tarde. En ellas, aparece la madrileña, con muy buen aspecto, unas gafas de sol negras y un vestido largo estampado, acudiendo a un centro de salud cercano a su domicilio a las afueras de Madrid con su pareja, Isi, que se ha convertido en su gran apoyo en los últimos tiempos y apenas se separa de su lado.
Cabizbaja, muy seria y completamente muda, la peluquera abandonaba el centro de salud —a donde no sabemos si acudiría a recoger recetas, a vacunarse contra la covid o a una revisión médica, puesto que tardó escasos minutos— sin aclarar cómo se encuentra tras su último ingreso o por qué había sido motivado. Visiblemente molesta por nuestra presencia, Raquel se subía al coche en el que la esperaba solícito Isi sin ni siquiera tranquilizar respecto a la preocupación que se ha creado en los últimos días con su estado de salud.
Una actitud que también mantuvo a su llegada al domicilio, donde la vimos entrar agarrada a su pareja, que muy pendiente la ayudó a subir las escaleras de entrada al inmueble, donde Raquel se recupera de su depresión en compañía de Isi y de sus hijos, Raquel y Romeo, sus grandes apoyos en estos complicados momentos.