Ana Soria y Enrique Ponce protagonizan la portada de Diez Minutos en una pose de lo más veraniega. Tumbados y tomando el sol en un barco, la pareja disfruta de un fin de semana de calor y mar en Almería, donde residen, y como desmintiendo recientes rumores de crisis, no paró de prodigarse muestras de amor.
Las imágenes llegan justo en el aniversario del descubrimiento mediático de su amor, que no obstante se había desarrollado en secreto y a espaldas de Paloma Cuevas durante varios meses. Ahora, doce meses después de los primeros titulares y de la célebre portada —también de Diez Minutos— de la flamante pareja sobre un cocodrilo hinchable, el divorcio sigue todavía sin firmarse.
Ana está de vacaciones, aprovechando el descanso de los exámenes de la carrera de Derecho, y Enrique disfruta de las primeras jornadas libres tras anunciar su retirada indefinida del mundo del toro.
Los dos dejan atrás los rumores de embarazo y de crisis sentimental. Un runrún que obligó a Ana Soria, habitualmente discreta en temas sentimentales, a desmentir sin dejar ninguna sombra de dudas que la pareja atravesase un bache.