Amador Mohedano da la cara en la revista Semana ante todas las informaciones sobre su sobrina, Rocío Carrasco, y las reiteradas acusaciones contra su ex Antonio David y su familia.
"Cuando escuché a mi sobrina hablar de su intento de suicidio me tembló todo el cuerpo", asegura Amador, que dice "querer mucho" a Rocío Carrasco, pero que tiene "ese defecto, esas cosas… Ella ha decidido su vida sin nosotros y ya está".
Asegura que muchas de las denuncias de Rocío en el documental le eran desconocidas. "El conflicto que haya podido tener mi sobrina con Antonio David me parece una barbaridad si es tal cual todo lo que cuenta, pero si yo tengo un problema de este tipo lo normal es que informe a la familia".
Y matiza también las declaraciones de su sobrina sobre el presunto maltrato de Antonio David, que "en aquella época estaba muy ‘subido’, pero Rocío Jurado no le ha tenido miedo nunca como se ha dicho".
Dice Amador que sus pensamientos, en realidad, están con Rocío y David Flores, los hijos de la pareja. "Lo que realmente me genera una pena muy grande es porque los que están sufriendo son mis sobrinos". "Pienso en el daño a su hija y a su hijo, y eso es lo que no va a borrar nadie. Todo me parece muy exagerado", lamenta.
No obstante, en la entrevista en Semana tampoco escatima críticas para Rocío Carrasco, que "jugó con mi trabajo y el pan de mis hijos también, y para mí es lo peor que hay, es rastrero".
Una serie de problemas para los que cita un origen: "La familia unida se rompió tras la lectura del testamento de Rocío". Otro motivo de ruptura fue la apertura del museo dedicado a la cantante en Chipiona, que califica como una "pelea" más entre Rocío y su familia.
Queda por delante la segunda parte de la docuserie, que estará dedicada a los Mohedano y en la que Amador espera recibir críticas con especial intensidad. "Que a mí me dé un poco más fuerte por todos los enfrentamientos que hemos tenido, pues seguramente, pues también me lo espero". No obstante, dice estar "preparado" y no tener "nada que ocultar".