Carmen Borrego protagonizó el viernes la última entrega del Deluxe. Un programa en el que se enfrentó a Alonso Caparrós y desveló que tiene "menos de 10.000 euros en el banco. Yo vivo al día".
La hija de María Teresa Campos explicó que tiene "para vivir, para comer, para pagar mi casa", y que por lo tanto tampoco lo considera un mal momento. Detrás de todo, la posibilidad echada a perder de participar en Sálvame como defensora de la audiencia, una negociación que no llegó buen puerto y que acabó de arruinar su relación con el programa.
Borrego confirmó que, efectivamente, desde el programa de La Fábrica de la Tele le ofrecieron ese puesto y que se habló de dinero, pero que no cuajó, y volvió a ratificarse en que no está "preparada" para volver a Sálvame, programa del que salió en malos términos.
Hasta el punto que el asunto sumió a Carmen Borrego en una depresión y que requirió de ayuda psicológica. Pasó una época "jorobada" mientras le atacaban sin cesar desde el programa de Telecinco, dejándola "sin autoestima". Ahora, al menos, "ya no se siente una mierda":
"El especialista flipó conmigo", dice de todas formas, asegurando que ha "llorado muchas veces". Y es que trabajar al lado de la familia "pasa factura" y reconoce haber "Metido la pata" en muchas ocasiones.
Se refería a la bronca de Viva la vida con la hija de su hermana, Alejandra Rubio, que hizo sonar todas las alarmas en la familia. Ahora ha "retomado la relación como la he tenido siempre", pero sí es cierto que las cosas se tornaron complicadas durante una temporada.