Jesús Mariñas y Elio Valderrama acudieron a Es la mañana de Federico a presentar Jesús por Mariñas, libro de memorias del legendario periodista de la crónica social española en el que desvela muchos aspectos desconocidos o silenciados de grandes personajes públicos del país.
Un libro que, como todo lo que hace Jesús Mariñas, nace sin filtros. "Yo me limité a hacer según me salía. No planifiqué ni hice un estudio de lo que iba a ser". Y eso se aplica a todos los aspectos, incluso el de su propia sexualidad, que rememoró en "aquella Barcelona" tan distinta y más libre que la de hoy.
Mariñas también habló del amor y de Elio Valderrama, su pareja y colaborador. "Elio me da equilibrio, seguridad, amor, cariño, estímulo, es una persona fuera de lo normal". El venezolano, presente en el plató, lo acentuó con sentido del humor: "Ahora lo controlo más, pero antes te comía vivo. Desaparecía y nadie sabía dónde estaba. Ahora te llama quinientas veces".
Mariñas habló en esRadio de dos destacados personajes, Vicente Parra y Carlos Larrañaga, el primero un amor trágico porque tuvo una vida trágica: "Porque a pesar de ser valenciano era una persona poco abierta, poco cálida. Muy reservado siempre. Le daba miedo reconocer su homosexualidad porque pensaba que le iba a afectar a su fama de Alfonso XII y eso yo creo que lo atormentó mucho. Fue una relación intensa e íntima". Y con Larrañaga: "Nunca fue íntima". "Era muy puta y le encantaba conquistar", contó sobre el legendario actor.
El lío de la ambigüedad sexual de Rocío Jurado provocado por el adelanto de su libro —su hija Rocío Carrasco— también mereció algunas palabras: "Van a seguir tirando de la cuerda porque es una cosa que vende. Interesa y divierte. No hay cosa que a la gente le divierta más que la sexualidad de los demás, somos así de hijos de puta".
Sobre el docudrama de Rocío Carrasco consideró que llega "25 años después", dejando caer que no es novedad alguna. "De entrada, no me preocupan" las posibles demandas, dijo en esRadio. "Si escribes condicionado no escribes, no eres auténtico y deformas y manipulas". ¿Antes había mas libertad?, le preguntaron. "A mí lo políticamente correcto o incorrecto nunca me preocupó, yo escribía con mi libertad y desde mi libertad. Lo que pensara la gente alrededor me la refanfinflaba".
Mariñas se estableció al principio de su carrera en Cataluña, pero finalmente optó por finiquitar esa etapa cuando cambió el clima cultural. "Tuve un absurdo ataque de dignidad y no me dejé comprar. Luego quise yo venderme pero no me compraban. Me arrepentí de mi dignidad mal entendida porque antes de tener un gesto supuestamente digno has de hacer cuentas y yo no las hice". "Los gallegos y los catalanes tenemos cosas en común, el retraimiento, no exteriorizar alegría y tristeza. Por eso encajé muy bien en Barcelona", consideró.