Mila Ximénez era una de los rostros más queridos de la pequeña pantalla, pero no solo para el público, sino también para sus propios compañeros. Tan visceral como comprensiva, tan dulce como amarga y tan seria como divertida, la colaboradora de Sálvame contaba con la amistad y el cariño incondicional de todos aquellos con los que alguna vez coincidió en un plató de televisión, en un reality o, simplemente, por los pasillos de Mediaset. Y eso es muy muy difícil de conseguir en un medio en el que, como casi todos confiesan, es muy difícil hacer amigos de los de verdad.
Mila y Antonio David Flores eran de esos, y el malagueño siempre contó con el apoyo de la periodista en los peores momentos de su guerra sin cuartel contra Rocío Carrasco. Después de muchos años siendo amigos, ambos se reencontraban a finales de 2019 en GH VIP, donde se mantuvieron fieles el uno al lado del otro, regalando grandes momentos a la audiencia.
Por ello, y a pesar de que está prácticamente desaparecido desde que se emitió la serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva —en la que Rocío Carrasco le acusa directamente de maltratador físico y psicológico, de haber intentado hundirla y de alienar a sus hijos Rocío y David en su contra, entre otras cosas— Antonio David, destrozado por la muerte de su amiga, ha reaparecido para dar su último adiós a Mila.
"Así quiero recordarte. Riendo. 20 años desde que nos conocemos y aún no me hago a la idea de no volver a verte. Siempre tuve en ti un buen consejo, una mirada cómplice y una buena reflexión de cómo afrontar la vida. Siempre a mi lado, siempre conmigo, ¡cómo te voy a echar en falta amiga! Guardaré en lo más profundo de mi corazón nuestra última conversación. Me da fuerza cada día. Buen viaje Mila...", publicaba en su cuenta de Instagram Antonio David con dos fotografías de ambos cuando concursaron en GH VIP.
Sin dudarlo, y consciente de que en el tanatorio se encontraría con muchos de los colaboradores que en los últimos meses han cargado duramente contra él y contra su hija Rocío, Antonio David ha demostrado el cariño que le tenía a Mila desplazándose a Madrid para despedir personalmente a su amiga del alma y poder dar un abrazo de consuelo a su hija Alba y a sus hermanos Manolo, Concha y Nani.
Visiblemente abatido, Antonio David llegó al tanatorio de la M-30 entre aplausos y gritos de apoyo de los curiosos que se han agolpado a las puertas de la capilla ardiente de la colaboradora y que le han recibido con mucho cariño instantes antes de entrar a la sala y enfrentarse a la presencia incómoda de algunos de sus archienemigos públicos, como Belén Rodríguez, Terelu Campos o Isabel Rábago, presentes en ese momento en el velatorio de Mila. En el interior el ex guardia civil se concentró en estar con la familia de la fallecida.
Tras un rato en el interior, Antonio David abandonó el tanatorio sin pronunciarse sobre el reencuentro con estas amigas de Rocío Carrasco y, completamente destrozado, ha querido dedicar unas palabras a Mila Ximénez, incapaz de hablar de ella en pasado: "Sabéis que son muchos años de relación, la quiero mucho, la tengo muy presente y mi recuerdo de ella va a ser su carcajada, su sonrisa. Me quedo con el último mensaje que nos escribimos, con eso es con lo que me quedo".