Ana Soria y Enrique Ponce parecen haber rebajado su perfil en vísperas a la comunión de Bianca, hija del torero y Paloma Cuevas. No solo han borrado todo rastro suyo en Instagram, donde acostumbraban a presumir de su amor, sino que los rumores de crisis de pareja suenan con fuerza pese al silencio de ambos.
Mientras, Federico Soria y Rosa Moreno, padres de Ana Soria, siguen centrados en la venta de su casa almeriense. Un chalet de 260 metros en Ciudad Jartín-Tagarete valorado en 700.000 euros que no logran vender, informa Semana, y del que no quieren rebajar el precio.
Tres plantas, cuatro habitaciones, dos baños y un aseo y acabados de lujo, la casa dispone también de una agradable azotea con vistas al mar y un garaje.
Lo cierto es que, con el divorcio de Paloma Cuevas sin firmar, Ponce y Soria ya no amenizan a sus seguidores con fotos de Ney, su cachorro, su ático o sus salidas con el grupo Los arrebataos. Además, algunas imágenes de broncas en la calle de la pareja, causadas precisamente por las redes sociales, han reforzado esos rumores de crisis. Muchos han especulado con la posibilidad de Paloma Cuevas "frenando" esta deriva en redes sociales de Ponce por el bien de sus hijas. Con una de ellas, la mayor, su relación se habría resentido.
Mientras, la comunión de Bianca en La Cetrina se acerca. Tendrá lugar a primeros de julio en la finca, aunque no hay confirmación oficial para evitar a la prensa. Naturalmente, no se espera la presencia de Ana, que tampoco estuvo en el reconocimiento a Enrique Ponce en Las Ventas que tuvo lugar la semana pasada, la concesión de la Oreja de Oro Especial de RNE. Un gesto más de discreción que, aunque sea por contraste con épocas pasadas, ha reforzado esos rumores de crisis en la pareja.
Paralelamente, Ponce sigue sin firmar los papeles. Una de las hipótesis es que precisamente Federico Soria, padre de Ana, y su padrino Baltasar Garzón han aconsejado a Ponce que no firme. Habría sido demasiado generoso en el preacuerdo con Paloma Cuevas y esto podría perjudicar el futuro patrimonial de la nueva pareja. Ahora todo parece diluirse todavía más.