Tras asegurar María Teresa Campos que Pedro Sánchez le había pedido el teléfono de Rocío Carrasco, y la revelación exclusiva de esRadio y Libertad Digital sobre las intenciones del presidente con la protagonista de Contar la verdad para seguir viva, surgen nuevas informaciones sobre esta cita frustrada entre los dos mediáticos personajes.
Publica El Confidencial Digital que en el entorno del presidente existe ahora "inquietud" porque trasciendan los detalles de la conversación privada entre Sánchez y Rocío Carrasco en la que llegó a ofrecer a la hija de "la más grande" desayunar en Moncloa.
De esa conversación se deduciría que Sánchez se ha posicionado claramente a favor de Rociíto, todo ello pese a que la causa por malos tratos que ella se ha empeñado en judicializar ha sido rechazada por varias instancias.
Este apoyo podría arrojar dudas sobre las intenciones políticas de la llamada y que Rocío finalmente pudiese llevar al banquillo, e incluso a la cárcel, al que fuera su exmarido, Antonio David, con la ayuda del mismísimo Pedro Sánchez. Igualmente, podría revelar la posición del líder del PSOE en un caso que todavía tiene recorrido judicial.
Tal y como señala el diario, Moncloa insiste en que no se trató de un contacto "oficial". Ahora el equipo de Sánchez ha pedido a periodistas del entorno de Rocío y del ámbito del corazón que no aporten detalles de esa conversación que, repiten, transcurrió de manera privada.
Igualmente, la Secretaría de Estado de Comunicación insiste en que solo proporcionan información de la agenda oficial del presidente.
Esta marcha atrás de Moncloa sucede después de la implicación en el show de la mismísima ministra de Igualdad, Irene Montero, que vulnerando la presunción de inocencia intervino en los primeros días de andadura del programa entonando el famoso "Rocío, yo sí te creo". El entorno del presidente está nervioso porque ahora estaría en juego la "credibilidad del presidente del Gobierno, no la de una ministra".