Convertida en el valor más firme con el que cuenta la mujer de su padre en Supervivientes, Rocío Flores no ha dudado en posicionarse con Olga Moreno. Y lo ha hecho enfadada como hace tiempo que no la veíamos.
Si algo ha caracterizado a la joven en las últimas semanas, las más complicadas de su vida, es el autocontrol y entereza que ha demostrado tras las durísimas declaraciones de su madre en su serie documental, pero esa coraza se rompió este martes cuando tacharon a su segunda madre de "manipuladora".
La enemistad entre Olga y Valeria Marini ha provocado numerosos enfrentamientos entre ambas y la mujer de Antonio David Flores admitió en la última gala que no podía soportar a la italiana por sus actitudes (por otro lado cuestionadas por todos sus compañeros).
Después de ver varias imágenes de sus desencuentros, la defensora de Valeria en plató no dudó en llamar a la sevillana "manipuladora", momento en el que Rocío estalló, sacando las uñas por su Oa y dejando claro que no va a permitir que se mezclen sus problemas familiares con el gran concurso que está haciendo la madre de su hermana Lola.
"Utilizar el argumento fácil de que Olga es la que manipula a Valeria con toda la situación tan complicada que vive mi familia, cuando hemos visto que no es así sino que Valeria es muy intensa, me parece súper sucio y súper feo", ha reprochado una Rocío mucho más seria de lo habitual.
Quedan atrás las más ambiguas declaraciones de la joven la semana pasada, asegurando que Olga le hacía daño hablando de los conflictos familiares. Rocío sigue teniendo claro que hay que dar la cara por su madre en la práctica, y más en un contexto tan crítico con el generado por su madre biológica en su dramática docuserie.