Por fin ha llegado el momento más esperado para Blas Cantó. Después de la decepción que supuso para el murciano la cancelación del Festival de Eurovisión previsto para el 16 de mayo de 2020 en Róterdam a causa de la pandemia de coronavirus, este año ha vuelto a ser elegido por RTVE para representar a nuestro país con la canción "Voy a quedarme".
Cantó ha prometido una puesta de escena emocionante, que incluirá algunos cambios significativos en la versión final de la canción y con la que homenajeará a una persona muy importante en su vida. Así lo aseguró durante la despedida a la prensa que tuvo lugar en Madrid y a la que asistió Chic, antes de poner rumbo a la ciudad holandesa donde tendrá lugar el certamen europeo.
"Para mí siempre ha sido un sueño el poder ir a Eurovisión. Ese sueño se ha cumplido y este año voy a estar allí. El sueño de aquel niño, de su familia, de sus amigos y de la gente que veía que algo estaba pasando", dijo, recordando sus primeros pasos en el mundo de la música con tan solo 4 años y narró cómo desde muy niño está intentando representar a nuestro país en el famoso festival, primero en Eurojunior y más tarde en su versión adulta cuando aún era miembro de Auryn.
Para la puesta en escena, Blas cuenta con la ayuda del director creativo holandés Marvin Dietmann que trabaja en el certamen desde el año 2011 y que fue el responsable de la actuación ganadora de Conchita Wurst en 2014: "Ha entendido el concepto y la historia de la canción y lo ha trasladado al escenario". Una propuesta que según el cantante "va de menos a más" y con la que promete emocionar a toda España. Además, adelantó que habrá ciertos cambios en la versión final de la canción: "Nadie se espera lo que tenemos preparado. Nos dimos cuenta de que había partes muy apresuradas y hemos dado opción a los espacios. Incluso habrá un fragmento a capella".
Con ella, pretende homenajear a la persona más importante de su vida: su abuela, fallecida por coronavirus el pasado mes de diciembre. La canción está compuesta por el propio artista junto a Leroy Sánchez, Daniel Ortega Dangelo y Dan Hammond y la define como "balada poderosa" con la que intenta transmitir sensibilidad y fuerza: "Mi intención es crear magia sobre el escenario y será algo dedicado al amor de mi vida, mi abuela".
El murciano reivindica que su propuesta para Eurovisión "es la única en español" y "hay que llevar el idioma por bandera": "Además, hay muchos latinos que son fans del festival y se van a sentir como en casa", explicó.
"No me preocupa el puesto"
Respecto a la posición que aspira a conseguir, se mostró despreocupado, asegurando que lo que verdaderamente le hace ilusión es aparecer en los libros de historia de Eurovisión: "Parecerá raro que no le dé vueltas a la tabla, pero voy a quedar escrito en los libros de Eurovisión, me recordarán por haber representado a España en 2020 y 2021 y en mis sueños no cabía tanto, era todo más sencillo y me siento orgulloso. Una mala posición no cambia tu vida ni te hace menos artista".
No obstante, no pudo negar que alzarse con la victoria sería un sueño y un reconocimiento que dedicaría a todos los españoles: "Sería hipócrita no querer ganar, pero no me quita el sueño (...) Participar en Eurovisión te da la oportunidad de conocer a muchas personas que igual no me conocían. En Eurovisión te ponen cara y escuchan tu canción. Por eso es el momento también para los autores. Es una oportunidad para todos de crecer. Yo también he conocido a mucha gente".